La institución informó que manifestantes prendieron fuego a una oficina de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) y a un puesto de migraciones en Yunguyo, localidad situada a un par de kilómetros de Bolivia.
Además, protestantes incendiaron oficinas del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) y de la Policía Nacional.
El pasado viernes también manifestantes antigubernamentales atacaron e incendiaron el Centro Binacional de Atención en Frontera (Cebaf) de Desaguadero, un centro aduanero ubicado en el departamento de peruano de Puno, en la frontera con Bolivia, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
“El Gobierno peruano expresa su más firme rechazo y condena a los actos delincuenciales que produjeron el incendio del Centro Binacional de Atención Fronteriza (Cebaf) en Desaguadero, frontera con Bolivia. Estas acciones no se condicen con el derecho a la protesta pacífica”, denunció la Cancillería en Twitter.
La cartera afirmó que la afectación del puesto aduanero “perjudica el comercio bilateral con Bolivia” y “atenta contra la economía de miles de familias puneñas”.
800 CAMIONES VARADOS
Al menos 800 transportistas de carga internacional y sus camiones se encuentran varados en territorio peruano, por los conflictos sociales. El Gobierno llevará alimentos, para ayudar a los connacionales, informó este domingo el viceministro de Transporte, Wilfredo Gutiérrez.
Los conductores y ayudantes se quedaron sin provisiones, además son víctimas de amenazas por parte de los bloqueadores peruanos, quienes mantienen un conflicto exigiendo la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.
“Lo que nos preocupa es que toman represalias y acciones (contra los connacionales), quemaron instalaciones de control en Perú y amenazaron que, si los bolivianos siguen insistiendo para pasar a Bolivia, tomarían represalias y quemarían los vehículos”, denunció Gutiérrez.
El gobierno boliviano no puede gestionar la salida de los camiones hacia su destino con su par peruano, toda vez que son las organizaciones sociales las que protagonizan el bloqueo en este conflicto social que empezó a fines de 2022.
“No se puede hacer un trato de autoridad a autoridad, porque son civiles (los bloqueadores) son gente de los movimientos sociales y hay una terquedad tremenda”, explicó.
Asimismo, señaló que existe susceptibilidad por parte de las autoridades peruanas de que Bolivia pueda apoyar los bloqueos.
“No podemos inmiscuirnos en temas internos de Perú, todo lo toman a mal, si llevamos alimentación dicen que estaríamos ayudando al bloqueo contra la república del Perú y eso es falso, estamos viendo por los compañeros transportistas”, enfatizó. (Con datos de Unitel)