El maíz y el trigo representan más del 70 % de los casi 8 millones de toneladas de grano que han salido de los puertos ucranianos bajo la iniciativa. Casi el 20 % de las exportaciones de trigo se han destinado a países menos adelantados (PMA) con poblaciones vulnerables.
La iniciativa duplicó la cantidad de trigo enviado a los PMA entre agosto y septiembre: alrededor de medio millón de toneladas.
Pero las exportaciones de trigo a los PMA entre enero y septiembre de 2022 totalizaron menos de 1 millón de toneladas. Esto implica una brecha de exportación de 1,2 millones de toneladas con respecto a 2021. Se necesita hacer más para igualar los niveles anteriores de exportaciones.
La iniciativa ayudó a aumentar la disponibilidad de cereales y alivió la presión sobre los precios de los alimentos. Esto, a su vez, ha ayudado a mejorar el acceso mundial a los alimentos, en particular para los más pobres y vulnerables.
Por otro lado, los precios están subiendo nuevamente en medio de crecientes preocupaciones sobre si la iniciativa se renovará y la amenaza de más interrupciones en el comercio en el Mar Negro y el cierre de los corredores de granos.
«En un contexto en el que el comercio es muy incierto, las señales importan mucho», dijo la secretaria general de la UNCTAD, Rebeca Grynspan.
Los precios del trigo y el maíz todavía se encuentran en niveles históricamente altos. Esto pesa sobre la asequibilidad de los alimentos básicos y representa un riesgo para la seguridad alimentaria a nivel mundial.