En su informe sobre la Rendición de Cuentas, la autoridad señaló que en la actual planta de carbonato de litio se tuvo serios problemas. Hubo varios aspectos observados de ingeniería.
En ese contexto, informó que se solicitó la intervención de otras empresas estatales para acelerar la puesta en marcha del proyecto, así como del contratista.
Dijo que el diseño de las piscinas en el Salar de Uyuni tiene sus complicaciones para llevar al máximo la provisión de materia prima, por lo que adelantó que los resultados tomarán su tiempo hasta el 2024 y 2025.
Por ello la nueva tecnología a utilizarse en los Salares de Coipasa y Pastos Grandes, permitirá elevar la extracción y elevar la capacidad de producción, y esperan que las plantas EDL puedan operar en 2024 con una producción de 50% de su capacidad, y alcanzar su máxima en 2025.
El tipo de tecnología ahorra tiempo y baja el costo, y no se utiliza agua. En Uyuni se instalaron grandes piscinas y la tecnología utilizada es a través de la evaporización, que toma su tiempo, para conseguir materia prima aceptable.
Adelantó que la producción puede alcanzar a 65.000 toneladas de carbonato de litio con la implementación de la tecnología EDL.
Firma
El pasado 20 de enero de la presente gestión, YLB firmó un convenio con la empresa China CATL BRUNP & CMOC (CBC) para instalar dos complejos industriales con tecnología EDL (Extracción Directa de Litio) en salares de Potosí y Oruro, cada uno con una capacidad de producción de hasta 25.000 toneladas año de carbonato de litio grado batería.
En una primera etapa, la empresa China invertirá más de 1.000 millones de dólares en energía eléctrica en los lugares donde se establezca, en caminos, en servicios básicos y en demás condiciones para la puesta en marcha y construcción de los complejos industriales.
CrÍticas
Los expertos en la extracción de litio ya alertaron sobre los efectos que tendría la metodología utilizada en el Salar de Uyuni, y sugirieron aliarse con empresas privadas para alcanzar los resultados programados y llegar a la fabricación de baterías.
Pasaron más de 10 años, y la producción a gran escala de carbonato de litio todavía no se plasma, pero esperan que la planta sea inaugurada este año, en el primer semestre, y tendrá una capacidad de 15.000 toneladas. Molina indicó que tanto Pastos Grandes y Coipasa podrían duplicar los recursos que se tienen del litio, que alcanza a 21 millones de toneladas.
YACIMIENTOS DE LITIO
BOLIVIANOS
Por su parte, el presidente ejecutivo de Yacimientos del Litio Bolivianos (YLB), Carlos Ramos, en la Audiencia de Rendición Pública de Cuentas – Final 2022, informó que la empresa estatal ejecutó 372 millones de bolivianos en infraestructura, equipamiento y proyectos de desarrollo de recursos evaporíticos en la gestión 2022, con el propósito de incrementar reservas para afianzar la producción industrial.
En su intervención, la autoridad resaltó la construcción de la Planta Industrial de Carbonato de Litio, que tendrá una capacidad de producción de 15.000 toneladas al año, y cuyo avance físico, al cierre de 2022, alcanzó a 88%.
Ramos indicó que el año pasado se realizaron trabajos de exploración e investigación para determinar el potencial de las salmueras en los salares de Coipasa (Oruro) y Pastos Grandes (Potosí), además de lagunas saladas de Bolivia.
Los resultados, permitirán incrementar los recursos cuantificados que actualmente tiene Bolivia en el Salar de Uyuni, con 21 millones de toneladas certificadas.
Hemos realizado trabajos adicionales de perforación de pozos en los salares de Coipasa y Pastos Grandes para cuantificar los recursos de litio y saber cuánto litio tienen estos salares; estamos en el trabajo de gabinete y este año vamos a tener los resultados, añadió Ramos.
Logros
El presidente de YLB destacó los ingresos generados en la pasada gestión, que superaron los 556 millones de bolivianos por la comercialización de cloruro de potasio y carbonato de litio, cifra que triplica las ventas registradas el 2021 (Bs 191 millones).
En 2022, YLB llegó a producir 617 toneladas de carbonato de litio y 58.558 toneladas de cloruro de potasio, que fueron comercializados en mercados de Rusia, China, Emiratos Unidos Árabes, Brasil, Chile, Paraguay Malasia y Perú.