La presentación de cifras en el ámbito de la economía por parte del presidente del Estado, Luis Arce Catacora, fue calificada de poco transparente con un discurso de medias verdades, criticada por la deshonestidad intelectual y la manipulación de cifras, pues expone datos de una Bolivia ficticia que no muestra la realidad del país.
Para el economista y exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Espinoza, lamentablemente en el discurso de Arce se presentó manipulación de cifras, que rayan en la deshonestidad intelectual.
El Presidente Luis Arce indicó, en su discurso, que redujeron la deuda externa con relación al Producto Interno Bruto (PIB), a junio de la presente gestión alcanzó el 28,9 %, por tanto, prepresenta una disminución con respecto a similar período en 2021, que fue de 31,2 %, con 4 puntos porcentuales a 2020, llegando al 33 %.
Al respecto, Espinoza explicó que hace meses el Banco Central cambio la metodología de cuantificación estadística de endeudamiento externo, y quitó obligaciones que se tienen con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y esto ha generado una caída sustancial de la deuda en términos estadísticos, pero en términos contables sigue presente.
Lamentó que lo haya presentado como un logro, pero la cifra subió por encima de lo que asumió al empezar su mandato, y manipula la cifra de manera poco honesta.
Por su parte, el economista y docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal, dijo que el Presidente mantiene su agenda política y en segundo plano la económica, pues no hizo referencia a la deuda interna que es casi similar a la externa, y juntas estarían bordeando el 50 %, respecto al PIB.
Espinoza aseguró que muchas de las cifras que presentó el mandatario son incompletas o están fuera de contexto, por ejemplo en el tema de inflación, las cifras presentadas fueron las del mes de septiembre cuando ya hay datos de octubre y este mes registra un salto sustancial.
Bernal señala que la cifra de la inflación a octubre es 2,52 %, el acumulado, la cifra hasta finales de la presente gestión superará a la estimada por las autoridades, y se situará en 3,5 %.
El exdirector del BCB explica que el incremento de la inflación tiene que ver con productos que se elaboran en los cinturones periurbanos, y no tanto por el paro, pues esto se presenta por una acumulación de costos, que ya se señaló al gobierno a principios de año.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) a octubre 2022 fue del 0,75 %, con un acumulado anual del 2,52 %, el gobierno enfatiza que son los más bajos del mundo, lo cual es cierto en términos estadísticos; sin embargo estos datos son los más elevados del año, lo cual denota que poco a poco llegó el proceso inflacionario del exterior al país, lo que ha producido que el poder adquisitivo disminuya relativamente.
Ficticio
Para el economista Darío Monasterio, el discurso de Arce se inclina por lo ficticio, pues no es la realidad de Bolivia, porque la gente sale a buscarse la vida todos los días, y busca trabajo para llevar el pan a su familia.
El Presidente no lo quiere ver o no lo quiere mostrar; y presentó proyectos ejecutados hace años atrás cuando el país vivía una bonanza económica; y no habla del deterioro de los indicadores macroeconómicos, como la caída de las reservas.
Empleo
El Presidente habló sobre los empleos que genera a través de los programas de emergencia de empleo, y dijo que se creará 18.000 directos y 55.000 indirectos, en obras municipales como enlocetados, destinado a sectores sociales más vulnerables.
Para Espinoza, el número de empleos generados por los programas implementados a nivel nacional están en torno a 11.000, muchos están relacionados con el mejoramiento vial y enlocetado que dependen de los municipios no así del Gobierno.
El entrevistado señaló que los empleos eventuales no representan ni el 0,2 % del total de la masa laboral de alrededor de cinco millones, lo que muestra poco esfuerzo de parte del gobierno para generar empleos de calidad o no existe una política gubernamental.
Monasterio también coincide, por separado, con Espinoza al indicar que aumentó el deterioro de la calidad del empleo como el comercio informal, sector que no cuenta con beneficios sociales para el trabajador.
Por ello plantea que se debe permitir la participación del sector privado en la creación de empresas formales o la apertura de nuevos negocios, el Gobierno debe generar incentivos para que se contrate personal, pero hoy en día sólo existe desincentivo.
«Mucha gente engrosa las filas de la informalidad. Las personas salen a trabajar para cubrir sus gastos, ya que sienten la reducción de sus ingresos», señaló.
El desempleo, según datos del INE, en el 3er trimestre del 2022 fue del 4,2 %, del 4,1 % a septiembre de este año, cifras a nivel urbano muy alentadoras, indicando que la desocupación es muy baja en el país; pero el detalle es que en su estimación entran las todas las personas que trabajan de manera informal y en toda clase de rubro, sería ideal que se considere solo a las personas con empleo formal para determinar el verdadero nivel de desocupación en nuestro país, sostiene el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero.
«Si contrastamos las estadísticas con la realidad social, se ve muchas personas formando parte de la economía informal (80 %), trabajadores por cuenta propia, un crecimiento de auto empleo y subempleo e incremento del contrabando por las pocas oportunidades laborales, cifras que el gobierno no muestra», agregó.
Inversión
Espinoza observó lo llamativo de las cifras de los programas de inversión pública y sustitución de importaciones, el dinero destinado a la seguridad alimentaria, que en realidad sería para las compras de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa).
Son cerca de 6.000 millones de bolivianos, se desconoce la manera de su ejecución, y los beneficiarios por las compras estatales.
Exportaciones
El Presidente Arce destacó el superávit comercial alcanzado en septiembre, de 900 millones de dólares, pero no dijo nada del descenso registrado. En julio alcanzó 1.287 millones y a agosto bajó a 1.102 millones, una reducción de 100 millones.
Monasterio indicó que las exportaciones alcanzan la cifra alta no por los hidrocarburos, sino por los productos no tradicionales, y es un esfuerzo del sector privado de Santa Cruz.
“Si bien hemos tenido superávits comerciales en esta gestión, un acumulado de enero a septiembre de saldo comercial por 960 millones de dólares, sin embargo, la tasa de crecimiento de importaciones (48 %) es mayor a la de las exportaciones (33 %); hilando más fino, según datos del INE, en agosto y septiembre de 2022 se tuvo déficits comerciales de 193 y 237 millones de dólares americanos respectivamente, cifras que debemos analizar”, alerta Romero.