Los precios de los alimentos registraron incrementos a nivel mundial debido al cambio climático, pero también por la invasión de Rusia a Ucrania, lo que disminuyó la oferta, no obstante ahora vuelven a estabilizarse debido a la Iniciativa de Granos del Mar Negro, liderada por las Naciones Unidas para que la producción de Ucrania llegue a los mercados internacionales. En Bolivia afectó a la provisión de maíz y trigo, aunque la subvención frenó un incremento del valor.
Un nuevo informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, (Unctad) señala que la renovación de la iniciativa liderada por la ONU es vital para continuar reduciendo los precios mundiales de los alimentos y garantizar la seguridad alimentaria en todo el mundo, especialmente en los países en desarrollo.
El informe publicado el 20 de octubre muestra cómo la Iniciativa de Granos del Mar Negro firmada en julio de 2022 para reanudar las exportaciones de cereales ucranianos, a través del Mar Negro en medio de la guerra en curso, ha ofrecido esperanza y ha demostrado el poder del comercio en tiempo de crisis.
En Bolivia, incidió en el precio del maíz y el trigo, al inicio del conflicto bélico puesto que Rusia y Ucrania, eran los principales exportadores de los granos, a esto se sumó el clima adverso que se estaba registrando en Argentina con respecto a su siembre, así como de Brasil y Estados Unidos.
El Gobierno casi a principios de año, prohibió la exportación de sorgo y maíz, con el fin de abastecer el mercado interno; ante la inminente alza del valor en el mercado internacional, a pesar de la medida empezó a escasear el producto, no hubo provisión para los productores avícolas.
En la actualidad, en el valor del pollo y del huevo se registró un incremento, desde hace unas semanas atrás, así como de la carne; ni que decir de las verduras y de la papa, u otros como variedades de fideos.
Sin embargo, una nota de prensa del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas asegura que los precios de la papa, arveja, zanahoria y otros alimentos básicos de la canasta familiar disminuyen.
Hace unas semanas, el ministro de la cartera de Economía, Marcelo Montenegro explicaba que algunos productos suben sus precios por temas de estacionalidad o por problemas climáticos y otros bajan cuando ingresan nuevas cosechas.
De acuerdo a los economistas, la oferta y la demanda de productos estabiliza los precios y en algunos casos cuando la primera se incrementa, el valor baja.
Las alzas de los precios de los alimentos no se reflejaron en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), puesto que no tienen mucha incidencia en la metodología.
De acuerdo con los reportes de prensa, el precio de la arroba de papa estaba en 80 bolivianos por los fenómenos estacionarios del clima; ahora, según también los reportes de prensa, la arroba se puede encontrar en los mercados de La Paz a 60 bolivianos gracias a la nueva cosecha de la temporada, señala la entidad estatal.
Granos
Mientras tanto, el informe de la Unctad señala que la actividad portuaria en Ucrania se está recuperando y grandes envíos de cereales están llegando a los mercados mundiales. Al 19 de octubre, el tonelaje total de cereales y otros productos alimenticios exportados a través de la iniciativa había llegado a casi 8 millones de toneladas métricas.
“La iniciativa liderada por la ONU ha ayudado a estabilizar y, posteriormente, a reducir los precios mundiales de los alimentos y a trasladar el preciado grano de uno de los graneros del mundo a las mesas de los necesitados”, dice el informe.
El índice de precios de los alimentos publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ha demostrado que los precios de los alimentos básicos mundiales han disminuido en los últimos meses: aproximadamente un 8,6 % en julio, un 1,9 % en agosto y un 1,1 % en septiembre.
Pero como la iniciativa finaliza en noviembre y su renovación es incierta, los precios de algunos productos básicos, como el trigo y el maíz, están subiendo nuevamente, advierte el informe.
Sin la iniciativa, hay pocas esperanzas de brindar seguridad alimentaria, especialmente en los países en desarrollo y menos adelantados.
Si bien los envíos todavía están entre un 40 % y un 50 % por debajo del período anterior a la guerra, la tendencia va en la dirección correcta, señala la entidad internacional.
El tonelaje semanal de grano enviado bajo la iniciativa llegó a 1,2 millones de toneladas en septiembre. Esto todavía está por debajo de los niveles de 2021, pero la brecha se está cerrando.