Los panificadores anunciaron, hace unos meses atrás, incremento del pan de batalla, por la falta de harina, así como por el aumento del precio de los insumos, como la manteca y otros, pero el Gobierno, a través de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), se comprometió a entregar la harina en los volúmenes acordados.
El precio del pan de batalla se congeló en 0,50 bolivianos por unidad, pero ahora los panicadores señalan que el pan «diferenciado» o especial como la cauca, el cachito, chamillo y otros, podrían subir de precio por el incremento en el valor del azúcar y la manteca.
En declaraciones a RTP, el ejecutivo de los Panificadores de Bolivia, Juan Cachi Catari, dio a conocer esa decisión, del incremento en los panes «diferenciados» o especiales, que oscilaría entre 10 y 20 centavos.
En la calle Gallardo, las caseritas señalan que la harina que proviene de Argentina volvió a subir de 190 a 250 bolivianos por quintal. La manteca de siete a nueve bolivianos la libra. El azúcar también subió en pasados días, sin embargo, existe una leve baja hasta en 180 bolivianos el quintal.
La manteca que estaba en 200 bolivianos subió a 250 en los principales centros de abastecimiento.
El subsidio que aplica el Gobierno solo se destina al pan de batalla, mientras que a las otras variedades, como los panes especiales no les llega el beneficio.
Las autoridades nacionales indicaron, hace unos días atrás, que la aplicación de subsidios dan respiro a la economía, y evita que los productos básicos suban de precio.
«De nuevo: cuando el vocero dice que los precios bajos son obra del Gobierno, miente. Los precios bajos vienen por subsidios, tipo de cambio que fomenta importaciones y precios controlados. Estos últimos a costa de los ingresos de los productores», señala el economista Gabriel Espinoza en su twitter.