Las transacciones financieras de captación iniciaron la era digital, y aceleró la apertura de cajas de ahorro, y hoy en día es más factible; y el covid-19 fue un disparador para que todos los servicios puedan realizarse sin la necesidad de la presencia física, apuntó.
La mayoría de las entidades financieras están a la vanguardia de la digitalización de la banca, algunos más avanzados que otros, pero en el tema de la colocación de cartera se requiere más esfuerzo por el tema de la firma digital.
Con la otorgación de créditos, evolucionará la cartera digital al 100%, pero Orellana señala que la regulación debe ir a la par para alcanzar este concepto.
El entrevistado nombra algunas limitantes que frenan el avance de la digitalización de la banca, como el servicio de internet, que no llega a varias regiones del país, aun así el grueso de los bancos cuentan con la tecnología digital para el tema de captación, pero no así todas, por ejemplo, las cooperativas están en este proceso.
Fintech
Por otra parte, con respecto a las Financieras Tecnológicas (Fintech), Orellana sostiene que estas deben tomar en cuenta de que al estar en Bolivia deben respetar la regulación para operar, así como acomodarse a la realidad de los bolivianos.
“No es fácil que la fintech actúe con todas las bondades que tiene. También es importante acomodarse de manera gradual a la realidad boliviana», sostiene a tiempo de indicar que la regulación debe crearse conforme a estudios.
Por ejemplo, mencionó que la regulación boliviana todavía exige visitas en físico para captar información de la entidad financiera.
Reiteró que los créditos pueden ser viables en algunas y en otras no, mucho dependerá de la base de datos con la que cuente la entidad, y la metodología que tenga la entidad para medir la capacidad de pago.