Sin embargo, sostiene que la ausencia de niñas, adolescentes y mujeres en la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) puede perpetuar la desigualdad de género y se necesitarán 99,5 años para lograr la paridad en todo el mundo. Según cifras del Instituto de Estadística de la Unesco (2020), en julio de 2019 la tasa mundial promedio de mujeres investigadoras en ciencias era de solo 29,3 %.
La Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (Agetic, 2018), sostiene que en Bolivia tan solo 4,800 mujeres estudian carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, por sus siglas en inglés), mientras que 14.200 varones siguen esas profesiones.
La crisis global ocasionada por la pandemia del Covid-19 también es una crisis de aprendizaje, la cual provoca a su vez una crisis de competencias. Para las niñas y mujeres, esta crisis dificulta su acceso a oportunidades de aprendizaje de calidad en STEM, asignaturas académicas tradicionalmente atribuidas y dominadas por niños y hombres. Según Agetic, una generación de niñas corre el riesgo de quedar fuera de la fuerza laboral o quedar atrapada en empleos vulnerables o de baja calidad, debido a la falta de habilidades, la ausencia de trabajos de calidad y las expectativas y estereotipos de género.
En la mayoría de las regiones, las mujeres también son infrarrepresentadas en la fuerza laboral de STEM. Aumentar la participación femenina en estas carreras cerrará la brecha salarial de género y aumentará sus ingresos acumulados en 299 mil millones de dólares durante los próximos diez años, acelerando el desarrollo económico mundial (Unicef, 2020).
En Bolivia, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la proyección poblacional para la gestión 2021 señala una población de niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres de 3.906.724 entre los 5 y los 39 años. Se trataría de una población de personas, la mayoría de las cuales tiene la posibilidad de estudiar y formarse académicamente.
REINVENTAR LA
EDUCACIÓN
Y PROPICIAR EL CAMBIO
Durante el 2020, antes de la pandemia y durante ella, Unicef Bolivia realizó acciones para cerrar la brecha de género en ciencia y tecnología. Bajo el lema de “La ciencia y la tecnología son cosas de chicas” junto al Ministerio de Educación, se realizaron encuentros virtuales para resaltar el rol activo y de liderazgo de mujeres, niñas y adolescentes en estas áreas. Asimismo, se continúa apoyando el desarrollo de habilidades STEM en niñas y adolescentes en el Espacio Joven del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto (Gamea) y la Agetic.
De esta forma se impulsa la democratización de oportunidades y fomento al aprendizaje autónomo, pero también se constató que persisten las desigualdades expresadas en la brecha digital que no permiten a todos y todas a acceder a oportunidades de aprendizaje de forma igualitaria.