Los maestros de varios países de ingresos bajos y medios recibieron apoyo limitado para que su desarrollo profesional lograra una transición hacia el aprendizaje a distancia, lo que los dejó sin la preparación necesaria para involucrarse con los alumnos y sus cuidadores, señala el resumen ejecutivo de «El Estado de la crisis educativa mundial: Un camino hacia la recuperación», de Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).
El resumen ejecutivo explica que en casa, la capacidad de cada hogar, de responder al impacto, varió según el nivel de ingresos. “Los niños de hogares en desventaja tuvieron menos probabilidades de beneficiarse del aprendizaje a distancia en relación a sus pares, por lo general debido a la falta de electricidad, conectividad, equipo y apoyo por parte de sus cuidadores.
Esa situación no es ajena a la realidad boliviana, pues los maestros el 2020 se rehusaron a aprender las nuevas tecnologías, que debía ser aplicada en 2021, pero la situación no cambió con respecto al 2020, ya que la calidad educativa no es de las mejores.
Los avances no llegaron al 100 % de los programas educativos, y los profesores tampoco hicieron los esfuerzos para acelerar o innovar para que los estudiantes puedan aprender a distancia.
El resumen señala que los alumnos más jóvenes y aquellos con discapacidades fueron en gran medida ignorados por las políticas de respuesta planteadas por los países, de manera tal que el aprendizaje a distancia rara vez se diseñó pensando en satisfacer las necesidades de desarrollo de estos niños.
Los niños tuvieron que enfrentar barreras más graves para el aprendizaje, en medio del cierre de escuelas, por las normas sociales, la limitación en términos de habilidades digitales y la falta de acceso a equipos, en definitiva obstaculizaron su capacidad para seguir aprendiendo.
2022
Para la presente gestión, las autoridades de educación primero anunciaron clases presenciales, a distancia, pero luego retroceden y señalan que las distritales serán las responsables de fijar la modalidad de estudio.
En las redes sociales llovieron las críticas, por la falta de planificación de parte de las autoridades educativas, y lamentaron que este 2022 sea también pérdido.
Bolivia retrocede en la formación de capital humano, por la falta de políticas que se acomoden a la nueva era tecnológica, pero parece que el Gobierno no lo sabe y difunde su ideología en las escuelas, según las redes sociales.
Crisis
La crisis exacerbó las desigualdades en la educación. A nivel global, los cierres de escuelas, tanto parciales como totales, duraron un promedio de 224 días. Sin embargo, en países de ingresos bajos y medios, los cierres de escuelas por lo general fueron más largos que en los países de ingresos altos, y su respuesta fue en la mayoría de casos menos efectiva.
La interrupción de la educación a nivel global ocasionada por la pandemia del covid-19 no tiene paralelo alguno y sus efectos sobre el aprendizaje han sido severos. La crisis detuvo abruptamente los sistemas educativos en todo el mundo y los cierres de escuelas afectaron a más de 1,600 millones de alumnos.