En octubre, se realizó la segunda jornada de la quinua para recoger todas las propuestas e inquietudes de productores y especialistas, así como de académicos, con miras al Congreso, y las conclusiones se presentarán el próximo año al Congreso.
Como se recordará en 2013 se declaró el Año Internacional de la Quinua, y la producción del grano se incrementó, no sólo en el país, sino a nivel mundial, y Bolivia paso a segundo lugar en exportación.
Los productores, en esa ocasión ya hicieron la observación a las autoridades de entonces, pues se promocionó la quinua, pero no la quinua real, producto que Bolivia produce y es más nutritivo que el normal.
A pesar de haber pasado casi una década de ese evento importante para la producción nacional, a la fecha no lograron la denominación de origen de quinua real, y recién empiezan el proceso.
En el occidente se produce la quinua real, y quinua, pero investigadores trabajan en un grano tropicalizado, es decir adaptan el cultivo para regiones con temperaturas elevadas, como Santa Cruz.
La quinua es un cultivo milenario de las tierras altas de la cordillera de Los Andes, entre Bolivia y Perú, que se adaptó a las condiciones climáticas adversas y fue provisto por más de 7.000 años a grandes civilizaciones, como la tiahuanacota e incaica, de acuerdo a la nota de ABI.
También se la denomina el “grano de oro” porque es un cereal rico en vitaminas, minerales (fósforo, potasio, magnesio y calcio), aminoácidos y otras importantes bondades nutricionales, para la alimentación.
“La quinua es el alimento más completo que tiene la humanidad y Bolivia es uno de los grandes productores de este alimento tan importante para la humanidad. Ahí radica la importancia de este VIII Congreso de la Quinua”, sostuvo el presidente Luis Arce, que no nombro a la quinua real, pues Perú tiene ventaja en la producción.