En 2001 Jutta Kleinschmidt rompió una barrera para el deporte femenino al convertirse en la primera mujer (y única hasta hoy) en ganar el Rally Dakar, la carrera más dura del mundo. Lo hizo a bordo de un Mitsubishi y sólo desde entonces pasó a ser piloto oficial de la marca de los tres diamantes. “Las mujeres pueden ser tan rápidas como los hombres, pero también se necesita apoyo. Eso sí, no veo ningún impedimento para que una mujer pueda triunfar en los raids”.
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