No haber contado para Zinedine Zidane en el partido ante el Eibar le puede acabar viniendo bien a James Rodríguez de cara al futuro. El colombiano vio desde el banquillo ubicado en la grada cómo el Real Madrid vencía pero no convencía en su regreso a LaLiga tras tres meses de parón por el coronavirus. Los blancos ganaron gracias a una buena primera parte en la que marcaron tres tantos y se dejaron ir en la segunda para enfado de un Zidane que, cómo reveló el diario MARCA, abroncó a sus jugadores al final y se mostró descontento tras lo visto. Al técnico francés ya se le vio molesto sobre el terreno de juego del Alfredo di Stéfano durante el último parón para que los jugadores se hidratasen. El Eibar se volvió a meter en el partido y por momentos pareció que el triunfo podía peligrar. Los cambios que introdujo Zidane para tratar de evitarlo no surtieron ningún efecto. Sobre todo en el caso de Gareth Bale, quien pareció salir algo desmotivado y acabó con una sobrecarga muscular que le hace ser duda ante el Valencia. La relación entre ambos está rota, y las oportunidades para el galés podrían acabarse. Mientras tanto, James Rodríguez espera la suya para reivindicarse.
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