El cambio de dueño de San Cristóbal muestra que las inversiones grandes alzan vuelo para aterrizar en zonas seguras, mientras la deuda interna y externa van en aumento, entretanto los economistas alertan sobre los efectos sobre la economía nacional.
Después del mensaje del Presidente Luis Arce el pasado 22 de enero, en la que hizo un inventario de los programas, sin hacer referencia a las reservas internacionales ni a la deuda externa, así como la inversión extranjera directa, los economistas observan con preocupación el comportamiento de la economía nacional y las señales que muestra al mundo.
Por ejemplo, el analista financiero e inversionista, Mauricio Ríos, escribió un artículo titulado: «Sumitomo se va de Bolivia: no es la minería, es el avanzado deterioro del país».
«Sumitomo finalmente ha terminado transfiriendo el 100% de sus acciones en San Cristóbal a una minera canadiense más pequeña, cuyos dueños no se conoce, y que aparentemente fue creada recién a mediados de enero de 2022», señala el experto.
La empresa comercial Japonesa, se suma a la gran cantidad de grandes capitales que han seguido con su largo proceso de desinversión en el país en los últimos años, como Glencore o American Airlines, por citar apenas dos, señala el experto.
Sostiene que lo hacen por un deterioro cada vez más avanzado del país no sólo en el ámbito económico, sino -y sobre todo- en el democrático institucional; sin garantías, no hay previsibilidad alguna.
Nombró a Standard & Poor`s, que bajó la calificación del país, con el argumento de que el estancamiento político del país, genera incertidumbre sobre la capacidad del Gobierno para implementar políticas correctivas oportunas y contundentes para reducir las vulnerabilidades económicas, pero también mencionó el deterioro de las reservas fiscales y externas.
Bonos
Hace poco el experto en finanzas, Jaime Dunn, escribió en su twitter sobre los bonos soberanos emitidos por el Gobierno desde el 2012, los cuales perdieron e incrementaron su riesgo en el mercado de valores.
El economista y exdirector de Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Espinoza, comentó que las autoridades y el personal de las áreas económicas deberían preocuparse, si es que esperan emitir bonos en la presente gestión para recaudar fondos.
Ríos sostiene «los bonos soberanos 2028 de Bolivia, emitidos en mercados internacionales como Luxemburgo, han caído un 21% solamente en el último año, y hoy operan al 12,33%, niveles que son considerados por las tres principales calificadoras como de un alto grado especulativo».
Inversiones
Mientras tanto, el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, observa la caída de la inversión pública, de 5.015 millones de dólares en 2022 a 4.006 millones en 2023, e indica que si bien el modelo económico se basa en el consumo interno y los precios de las materias primas, es contradictoria la reducción del presupuesto.
Ante un escenario internacional complicado, el Gobierno subió el endeudamiento interno y redujo el externo, pero también tiene en puertas la emisión de bonos soberanos para la presente gestión.
Ríos asegura que el objetivo de Arce por incrementar la deuda pública en más de 3.621 millones de dólares solamente en esta gestión podría no ser realista, lo cual podría ser positivo, dado que implica mayor presión para por fin aplicar recortes.
Sin embargo, el Gobierno afirma que la deuda pública total no supera el 46% del PIB, cuando en realidad supera el 82% según el Banco Mundial, ante la dificultad de conseguir financiamiento, lo lógico sería asumir el desafío de recortar el gasto público en la misma proporción. Pues no va a suceder, al menos no pronto, lo cual es muy malo, advierte el experto.
Entretanto, el monitor macroeconómico de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), señala que la deuda externa a septiembre de 2022 llegó a 13.121 millones de dólares, mientras que la interna en 2021 cerró con 13.855 millones.
Sobre el tema, Romero sostiene que de alcanzar un Producto Interno Bruto (PIB) de 4%, como estimó el Presidente en su discurso del 22 de enero, en cifras significaría 41.722,64 millones de dólares, es decir, el 46% de la deuda respecto a este indicador, se estimaría en 19.192,41 millones.
Sin embargo, también hace una aclaración, al indicar que las cifras del BCB a octubre mostraban un porcentaje menor, pero el último dato del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas muestra otro.
Producto interno bruto
Mientras con referencia al PIB, Bolivia concluyó la gestión 2022 con el Producto Interno Bruto nominal de 43.000 millones de dólares, informó el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, según ABI.
El PIB nominal expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios de demanda final de un país o de una región durante un período determinado de tiempo (normalmente un año) con el nivel de precios existente en cada momento. Es por esta razón por la que se utiliza la expresión PIB a precios corrientes. En 2021 el PIB nominal llegó a 40.703 millones de dólares. En 2019 estaba en 41.193 millones.
Montenegro señaló que este año el PIB «va a crecer en un 8% en términos nominales, pero en términos reales estaríamos creciendo aproximadamente 4,86% porque siempre hay términos de los precios y esto nos va a llevar a tener un PIB de 46.000 millones de dólares», señala ABI.
Balanza comercial
Mientras tanto, la balanza comercial registró cifras positivas, en general, pero entre agosto a noviembre sufrió caídas, que no fueron expuestas por las autoridades nacionales. Además, se observó también una reducción a nivel general desde julio, cuando el superávit estaba en 1.200 millones de dólares, en agosto bajó a 1.100 millones, a septiembre a 950 millones, octubre a 850 millones y a noviembre 761 millones.
El gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, advirtió sobre la reducción de la balanza comercial, por ello, sugirió tomar acciones con apoyo del Gobierno para que los productos agrícolas fuercen las exportaciones.