Más de 22 toneladas de prendería usada, comisada entre el 1 de mayo y el 22 de julio, fue inutilizada por personal de la Aduana Nacional.
La inutilización consiste en cortar cada una de las viejas prendas de vestir (medias, conjunto de niños, ropa interior y otros) haciendo que pierda el fin de su confección y convertirlas en retazos de tela para que puedan ser reutilizadas como relleno para asientos, colchones o la realización de alfombras o trapos.
Por norma, la ropa usada es considerada mercancía prohibida de importación conforme al Art. 117 del Decreto Supremo 25870 Reglamento a la Ley General de Aduanas. Asimismo, el Art. 6 del Decreto Supremo 27340 y el Art. 3 del Decreto Supremo 28761 del 21 de junio de 2006.
Estos fardos de ropa usada fueron incautados en 14 operativos de control dirigidos por técnicos de la Unidad de Control Operativo Estratégico (UCOE) y el Grupo de Reacción Inmediata Aduanero (GRIA), principalmente en los Puestos de Control Guaqui y Achica Arriba; además de rutas aledañas a La Paz, con el objetivo de proteger la producción nacional.
“Las empresas ganadoras son las que reutilizan esta materia prima para relleno; de forma paralela, generan empleos en el área de confección, artesanías y ventas”, explicó Cardozo, al momento de precisar que en menos de siete meses (enero a julio de 2022) se subastaron 382 toneladas de retazos de tela en La Paz.
En ese marco, cualquier empresa, persona natural o jurídica con certificado medioambiental puede acceder a la “Subasta Ecológica”, a través de la página http://anbsw04.aduana.gob.bo:7777/subastaEcologica/.
NOCIVO PARA LA SALUD
“Estas mercancías (ropa usada) son nocivas para el ser humano porque no llevan un certificado sanitario, por lo tanto, no tenemos la certeza del origen, manipulación o almacenaje incluso puede ser que vengan de hospitales o cementerios del exterior”, explicó la autoridad.