Antes de transformarse en un héroe de la selección argentina en el Mundial de Italia 1990 (status que confirmó en el bicampeonato de la Copa América en 1991 y 1993), Sergio Goycochea jugaba en Millonarios de Bogotá, en un momento sensible del fútbol colombiano, dado que eran varios los clubes en los que los cárteles narco tenían injerencia. En ese contexto, el ex guardameta, hoy de 56 años, vivió una situación particular ante un partido “exhibición” al que fue invitado a jugar por un personaje misterioso, y que terminó con un escritorio rebosante de dólares.
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