Tras la caída de los ingresos provenientes de la venta de gas natural, la liquidez del Gobierno se redujo, por lo tanto, desde el año pasado echan mano del financiamiento interno y externo, este último en menor cantidad. Economistas adelantan que en esta gestión subirá el endeudamiento interno más que el externo.
El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, opina que crecerán deuda externa e interna de manera importante para financiar el gasto público y políticas sociales.
Las autoridades del sector económico adelantaron, en contacto con medios de prensa, que están en puertas más de 4.000 millones de dólares por desembolsar para la presente gestión, destinado a inversión pública.
Pero también Romero recuerda que recientemente serán aprobados créditos externos por 600 millones de dólares, que están dentro de los más de 4 mil millones del Presupuesto General del Estado (PGE) 2023.
“Igualmente, se tiene programado para este año casi 66 mil millones de bolivianos de fuentes internas, que seguramente aumentarán sin dudas la deuda interna del país. Entonces, esta gestión nuestra deuda pública se incrementará de manera considerable, en mayor proporción la interna que la externa, todo con la finalidad de obtener recursos para financiar un gasto público elevado, mantener sus políticas sociales, subvenciones, de carburantes más caros y mantener el tipo de cambio fijo, entre las principales razones” menciona.
En su twitter Gabriel Espinoza Y. señala que durante el 2022 el Tesoro General de la Nación (TGN) ha emitido bonos por 7.680 millones de Bolivianos (endeudamiento interno), la segunda cifra más alta registrada en la historia.
Sistema bancario y financiero
Mientras tanto, el analista del sector financiero, Mauricio Ríos, en su editorial del newsletter enviado a los suscriptores de Macro Alertness, titulado la madre del cordero en Bolivia está en el sistema bancario y financiero, recuerda que (…) el régimen se ha visto forzado a buscar fuentes de financiamiento alternativas para seguir tratando de financiar el gasto público desmedido.
“Una de las principales fuentes de ingresos que el régimen ha encontrado ha sido el incremento desmedido de la deuda pública, fundamentalmente la externa, pero como ya observamos sobre todo en el primer trimestre de 2021 con el rechazo de los mercados de capitales internacionales a los bonos soberanos que el régimen pretendía emitir, la táctica ha fracasado escandalosamente y la alternativa ha sido incrementar la deuda interna incluso con mayor velocidad que la externa”, apunta.
A pesar de que las autoridades del gobierno aseguran que se garantizan los recursos del fondo de pensiones, los economistas observan que será su fuente de financiamiento, con el paso total de los recursos a la Gestora Pública, para lograr reducir las pensiones.
Ríos señala que durante varios años, tanto el régimen de Morales como ahora el de Arce, llevaron a las Administradoras de Fondos de Pensión (AFP) a invertir en la deuda pública que emite el Tesoro por orden gubernamental, pero ahora la necesidad de conseguir financiamiento ya se ha convertido en un asunto de emergencia.
“Por eso Arce ha decidido terminar de llevar adelante la creación de la Gestora Pública hasta el mes de mayo para que se haga cargo de la administración de las pensiones”, sostiene.
La deuda externa estaría bordeando los 13.000 millones de dólares, un poco más la interna, aunque el gobierno hizo ajustes estadísticos para bajar el monto de las obligaciones con organismos internacionales.
Ríos sostiene que “quedan algo más de cuatro meses para que Arce Catacora termine de estatizar -y confiscar indirectamente- las pensiones de los aportantes para, entre otros aspectos, financiar el gasto público permanente, que incluye el desesperado y alocado proyecto de realizar exploraciones, encontrar más gas e incrementar las reservas de gas en el país, con todo el riesgo que aquella operación naturalmente implica”.
Algunos economistas también observaron los préstamos que se hacen las empresas públicas del Banco Central de Bolivia (BCB), que tiene menos de 4.000 millones de dólares en Reservas Internacionales Netas (RIN), la perspectiva de incrementar es incierta ante una economía mundial con la sombra de la recesión.
Actualmente, los fondos que administran las AFP suman alrededor de 23.000 millones de dólares, de los cuales un 60% está invertido en Depósitos a Plazo Fijo y en bonos de las entidades financieras, alrededor de un 30% (7.000 millones) está invertido en deuda emitida por el Estado. El restante 10% equivaldría a alrededor de 2.300 millones.