Quedó plasmado que en cada región se tienen diferentes particularidades, formas y costumbres de preparar la llajua, pero en la mayoría es común el uso del batán que es una piedra maciza y cóncava sobre la que se colocan los ajíes, locotos y los demás ingredientes y se usa otra piedra que sirve para proceder a moler e integrar los elementos.
Fueron varios artículos usados para las llajuas, entre ellos, la ulupica, locotos, vainas ajíes amarillos, rojos. Los jurados probaron uno a uno cada preparación.
“Hay un principal secreto, la llajua no tiene que ser preparada renegando o de mal humor, hay que hacerlo con amor y mucha entrega, ya que es el complemento principal de cualquier plato”, aconsejó la ministra de Culturas, Sabina Orellana, quien participó del evento motivando a las participantes.
LOS GANADORES
Tras degustar las distintas llajuas, el jurado escogió a seis ganadores en diferentes categorías: “secos” y “frescos”.
Olga Rojas de La Paz ganó el primer lugar en “frescos” y Saida Vargas del Beni en la categoría “secos”.
El segundo lugar en “frescos” fue para Albina Mayta y en tercer lugar Hugo Paredes, en tanto que en “secos” el segundo lugar fue para Juan Guarayo y en tercer lugar Gerarda Arcaine. Los ganadores recibieron un premio de 1.400 dólares.
El evento tuvo como propósito lograr recetarios locales y uno nacional con el fin de recuperar la herencia ancestral de los pueblos.
“Hasta enero ya tendremos el recetario del llajuario del Bicentenario. La llajua ganadora también será declarada como la llajua del Bicentenario”, afirmó la ministra Orellana.
El evento se desarrolló en coordinación con la Federación Departamental de Mujeres Bartolina Sisa y la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Cochabamba.
La llaqwa o llajua boliviana es un símbolo cultural gastronómico que representa la historia e identidad de los pueblos de Bolivia. (Innovapress)