El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó que Bolivia debería recortar sus vastos subsidios a los combustibles y destinar parte de esos fondos para brindar ayuda en efectivo a sus ciudadanos más pobres, como estrategia de un programa de ajuste fiscal más amplio para fortalecer las finanzas del país; sin embargo, el Gobierno sostiene que no dará curso a las mencionadas sugerencias.
Sin embargo, reconoce que Bolivia se ha mantenido en gran medida inmune a la inflación que afecta a gran parte de América Latina y al mundo en los últimos meses.
Asimismo, mediante un comunicado, sostiene que esto se ha logrado a través de subsidios y controles de precios en alimentos y combustibles, además de mantener el tipo de cambio de su moneda en una “fijación de facto” frente al dólar.
El FMI dijo que estas medidas, especialmente los subsidios a los combustibles, impulsarán el déficit fiscal del país al 8,5% de su Producto Interno Bruto (PIB) este año, y pidió, en cambio, un programa más centrado en transferencias de efectivo a los sectores más pobres para fortalecer las finanzas del país.
“Una estrategia de comunicación efectiva será fundamental para generar conciencia sobre la naturaleza regresiva de los subsidios a la energía”, señala el organismo.
El FMI agrega que se espera que los actuales subsidios a los combustibles de Bolivia le cuesten a la nación andina alrededor del 3,7% del PIB en 2022.
GOBIERNO NO ACEPTA
RECOMENDACIONES
En respuesta el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, rechazó las recomendaciones del FMI en las que sugieren reducir las subvenciones, eliminar el pago de aguinaldo a los trabajadores del sector público, bajar el gasto público, entre otros.
“Ese tipo de recomendaciones no las vamos aceptar porque somos un país soberano, tenemos una política económica soberana desde el año 2006. Nosotros ya no nos sujetamos a las directrices que sugiere el FMI”, declaró la autoridad.
Además, explicó que el artículo IV del Fondo Monetario Internacional es una visita rutinaria que hace cada año el organismo internacional a los países miembros de esta entidad.
En ese marco, detalló que Bolivia lleva más de 16 años de ejecución de política monetaria soberana y los resultados se reflejan a través de un crecimiento sostenido, reducción de la pobreza, disminución del desempleo y se trabaja para mantener la estabilidad económica. Elementos que también son destacados por el FMI.
El Ministro lamentó las contradicciones de las recomendaciones del FMI, por un lado, recomiendan a los países que apliquen políticas de subvenciones para contener la inflación y en Bolivia recomiendan lo contrario.
“Nosotros estamos claros en las políticas que realizamos y en ningún momento vamos atentar contra derechos bien ganados de los trabajadores, por los maestros, los médicos que es su aguinaldo de fin de año porque son también tan trabajadores (como los) que hay en el sector privado que también reciben su aguinaldo de fin de año”, enfatizó.
Asimismo, dijo que, desde 2006, Bolivia aplica el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) que prioriza el mercado interno, la inversión pública, la redistribución de ingresos en beneficio de la población más vulnerable y la aplicación de medidas económicas en el marco de la soberanía de política monetaria.
En cuanto a la política cambiaria del dólar, el Ministro ratificó que no se modificará este indicador en función de las políticas monetarias en el marco de su soberanía. “Haciendo las evaluaciones no vemos una necesidad de modificar la paridad cambiaria, así que seguimos con el esquema que han visto en el pasado”, remarcó Montenegro.
En cuanto a los países que aplican las recetas del FMI, señaló que estos integrantes están sometidos a este organismo y en muchas ocasiones son recetas impopulares y van en contra de los más pobres de cada país.