El Gobierno anunció la construcción de una planta de biodiésel con una inversión de 387 millones de dólares, con el objetivo de reducir la importación del combustible, que el año pasado se incrementó en valor debido al alza de los carburantes en el mercado internacional.
Soruco destacó la iniciativa gubernamental en la implementación de combustibles a partir de insumos diferentes, como se lo hace con el etanol, que ya se mezcla con gasolina, cuyo uso redujo la compra de materias primas de países vecinos.
Recordó que el sector de hidrocarburos pasa por una coyuntura complicada por la guerra entre Rusia y Ucrania, que provocó un alza de los precios de los combustibles a nivel mundial.
En Bolivia, el presupuesto destinado a la compra de combustibles, se duplicó, a pesar de este escenario adverso, Soruco señaló que también esta situación muestra oportunidades para el país, con la producción de biocombustibles.
Tenemos proyectos de energía alternativa, como el etanol, que ya se usa en el mercado nacional para mezclarlo con la gasolina, apunta a reducir los volúmenes de importación de este combustible, mencionó.
La inversión en biodiésel está cercana a los 400 millones de dólares, la planta se ubicará en Santa Cruz, la propuesta gubernamental está alineada a posición del IBCE, en implementar la sustitución competitiva de importaciones, de esta manera se ahorra divisas y se desarrolla la industria local.
El titular del IBCE espera que se incentive la participación de los privados para producir hidrocarburos como el diésel, para el mercado local, y reducir los volúmenes de compra.
De acuerdo a datos de YPFB, la producción de líquidos bajó, por tanto, ésta podría ser una de las explicaciones del aumento de la compra de combustibles para el mercado local.