Quien piense que la práctica del fútbol para el género femenino es una tendencia o moda de estos tiempos, está errado. Aunque su amplificación se hizo notar desde los años ‘80, se conoce que las primeras evidencias datan de la dinastía Han (segunda imperial de China), en la que se jugaba una variante del juego llamado cuju, durante el siglo III y la participación femenina era el principal centro de atracción.
Desde sus orígenes, para el cuju se utilizaba una pelota maciza hecha de cuero y rellena de materiales suaves como pelo de animal. El método de juego era más competitivo. La cancha estaba rodeaba por muros bajos y el arco se parecía a una pequeña choza. Historiadores evidenciaron estos orígenes a través de una pintura de mujeres practicando el cuju, del artista chino Su Hanchen.
Recientes estudios publicados por Planeta Futuro del diario El País de España, dan cuenta que hay registros de que Liu Che, famoso emperador Wu de la Dinastía Han (156 a 87 a.C.), aficionado y fanático al deporte, armó su propio equipo entre los mejores soldados de reino. Es decir, tuvo el primer equipo cuju profesional de la historia.
Se enfrentaban dos equipos de entre 12 y 16 jugadores. Había dos maneras de jugarlo: el Zhu Qiu, que se practicaba en actos de la corte, para celebrar importantes acontecimientos como el cumpleaños del emperador y el Bai Da, que era similar, pero sin portería y que durante la Dinastía Tang (618 – 907), gozó de gran popularidad, especialmente entre las mujeres.
Del fútbol de esa época, también el historiador y geógrafo griego Heródoto de Halicarnaso describe en “Los nueve libros de la historia que en el reino de Lidia” (en lo que hoy serían las provincias turcas de Esmirna y Manisa), allá por el siglo V a.C., se jugaba a la pelota “para divertir el hambre” y “pasaban un día entero jugando a fin de no pensar en comer” (…) “tanto hombres, como mujeres”.
En consecuencia, el fútbol femenino tiene tanta historia como el masculino. Sus inicios, con las reglas que conocemos, datan de 1880, cuando se comenzaron a disputar varios encuentros.
El 23 de marzo de 1895 se celebró el primer partido oficial del fútbol femenino entre North y South en el campo del Crouch End Athletic, en Londres.
Según datos de una publicación del diario Opinión, este partido contó con más de 10 mil espectadores, muchos de ellos intrigados por ver a las mujeres practicar un deporte considerado solo para varones en aquellos días. La mayoría del público no llegó a ver el juego con precisión, ya que se tuvieron que quedar de pie en un terreno plano porque en aquel tiempo no había graderías.
Este primer encuentro concluyó con la victoria por 7-1 de North, cuya capitana era Nettie Honeyball fundó el British Ladies Football Club, primer club de fútbol femenino, en 1894.
Después de 19 siglos del primer juego de cuju femenino en China, la FIFA registra que actualmente, aproximadamente 26 millones de mujeres juegan al fútbol de forma regular en 180 países de todo el mundo.
El mayor crecimiento de las competencias del balompié para mujeres fue de 1985 a 2015 y hasta nuestros días, el número de jugadoras activas se ha multiplicado por 5.
Existen 7.000 árbitras y 21.000 entrenadoras en Europa; 53 países europeos tienen selección nacional femenina y 51 organizan su propia liga femenina. (FIN CAPÍTULO UNO)
GHILKA SANABRIA