Los industriales coinciden con los representantes de las nueve federaciones empresariales del país, de congelar el aumento salarial, debido a que la recuperación económica no llegó al sector y requieren de apoyo para salir de la crisis, mientras el Gobierno asegura que trabaja para beneficiar a los trabajadores, y ver en qué porcentaje sería.
Las nueve federaciones de empresarios privados del país se pronunciaron sobre el aumento salarial, y plantearon que no haya incremento en la presente gestión, debido a que las condiciones de las empresas no son de las mejores, ya que aún no se recuperan después de la pandemia.
Ayer, la Cámara Nacional de industrias (CNI), a través de su presidente Pablo Camacho, llamó a preservar el empleo y a generar condiciones para generar más fuentes de trabajo.
El industrial planteó racionalidad económica y no arriesgar la continuidad de las industrias, y avanzar para llegar al promedio de formalidad de la Latinoamérica, de 40 %, mientras el país solo alcanza a 17 %.
El asesor de la CNI, Hugo Siles, presentó el documento Ajuste Salarial, sector industrial plantea «Diálogo Tripartito Gobierno-Trabajadores-Empresarios» acerca del ajuste salarial 2022, que expone las razones por las que no debería haber un aumento.
La economía en 2021 experimentó una recuperación económica del Producto Interno Bruto (PIB) de 6,11 % y en 2020 una contracción de -8,8 %, y aún no registra el desempeño económico de la pre pandemia.
El incremento salarial frenará la recuperación económica que es anhelo del Gobierno y los industriales, señaló el expositor.
Informó que la contracción industrial en 2020 alcanzó a -8,35 %, y a nivel regional fue desigual, ya que unos fueron más golpeados que otros, como Chuquisaca que registra la cifra negativa más alta.
Además, señaló que la inflación en 2020 fue de 0,67 % y en 2021 de 0,9 %, que evidencia el mantenimiento de la capacidad de compra del salario. Asimismo, los incrementos salariales en los últimos 12 años estuvieron por encima de la tasa de inflación, esto es, aumentó la capacidad de compra del salario en términos reales.
Dijo que la pandemia de covid-19 destruyó 400 mil fuentes de trabajo en Bolivia y en el sector industrial 70 mil empleos de los 650 mil que genera la industria en el país.
Atribuyen que los incrementos salariales generan mayor desempleo formal. En 2020 la tasa de desempleó llegó a 8,2 % y en enero 2022 alcanzó a 6,3 %.
A eso hay que sumarle que el crecimiento del contrabando por la devaluación de las monedas en países vecinos, destruye gradualmente la producción con sello «Hecho en Bolivia». «El contrabando crece al doble de lo que crece la economía y destruye empleo formal», puntualizó.
Asegura que el incremento salarial encarecerá los costos laborales, reducirá la competitividad industrial nacional e incentivará al contrabando, que según datos de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) el movimiento económico ilegal alcanza a 3.000 millones de dólares anuales.
También señala que el incremento salarial provocará el cierre de empresas y aumentará el desempleo, en 2021 la cancelación de matrículas alcanzó a un total de 5.542 empresas, en general, y en el sector industrial la cifra fue de 462. El año pasado dejaron de operar 15 empresas y una industrial por día.
Asimismo, apuntó que Bolivia registra el quinto salario mínimo nacional más alto en Sudamérica, por encima de Argentina, Perú, Brasil y Colombia, y ocupa el último lugar en productividad laboral en Sudamérica.
Informal
De acuerdo a datos del INESAD, en 2013 la informalidad estaba en 78,3 %, en 2019 llegó a 81,1 % y en 2020 la cifra subió a 86,2 %, y solo el 14 %, aproximadamente es formal.
Por ello Camacho dijo que el aumento salarial solo llegaría a ese porcentaje, por lo que se tiene que buscar mecanismos para que mejoren las condiciones de toda la población y no solo de un porcentaje pequeño.
Además, Siles, en su exposición, alertó sobre un aumento del déficit en las arcas del Gobierno, puesto que estima que por cada punto de incremento salarial el Estado deberá erogar 55 millones de dólares, y que la cifra negativa subiría a 9 %, más de lo que se había proyectado, de 8,5 %.
Estimó que cada punto de incremento salarial significa dejar de construir un hospital de tercer nivel o construir 55 escuelas.
Por ello señaló que el 2023 la economía boliviana registrará el tamaño del PIB alcanzado en 2019 sí crece a tasas superiores del 4 % anual.
Reunión
Ante los reclamos del sector privado de una reunión con el Gobierno, el viceministro de Política Tributaria, Jhonny Nogales, informó que el lunes se reúnen para tratar temas que atingen al sector y que también está relacionado con el aumento salarial.
«Nosotros estamos analizando, como cada año, de manera profesional y eficiente, cuál será el porcentaje adecuado (de aumento salarial) a favor de los trabajadores», enfatizó Morales.
La Central Obrera Boliviana (COB) planteó un incremento del 7 % al haber básico y 10 % al Salario Mínimo Nacional para la gestión 2022. En el marco del proceso de evaluación, el Ministerio de Economía conformó tres Sub Comisiones de trabajo para escuchar la demanda de los trabajadores de la COB.
Morales aseguró que los aumentos salariales implementados en anteriores gestiones no generaron presiones inflacionarias, no repercutieron de forma negativa en el aumento del desempleo, como pronosticaron de forma constante los empresarios, en fechas previas a las definiciones del incremento de los salarios.