La economía naranja requiere un cambio de las políticas públicas para no solo generar ingresos de las actividades colectivas sino de los proyectos de individualidades, señaló el experto en derecho tributario, Juan Carlos Rebollo.
“Lo que se necesita en un cambio de política pública, en la actualidad solo existe del apoyo de colectividades, pero el apoyo de incentivo de individualidades es más corto”, indicó.
Para Rebollo, el país cuenta con una economía diversificada, lo que implica innovación y buenos recursos, tanto en la utilización de insumos nacionales e internacionales y puede haber ingresos para el país a través de tributos.
El país demanda recuperación económica luego de la paralización de actividades de dos años por los picos más altos en contagios de coronavirus.
“En el país, el tema cultural que está vinculado a la economía naranja evidente mente este año ha tenido una importante reactivación, esto debido que hubo dos años de receso por la pandemia”, dijo Rebollo.
“En otros ámbitos, sin embargo, la cultura como el mecanismo de expresión diversa con un manejo importante, por ejemplo; el tema cultural literario, hubiera sido muy interesante que las entidades gubernamentales, tanto nacionales como subnacionales, promuevan ejercicio de diversificación literaria”, señaló.
Varias personas durante pandemia se dedicaron a escribir libros en varios géneros, porque en la primera ola del coronavirus no podían salir de sus casas, es así que Rebollo plantea la promoción de estos productos para obtener ingresos económicos.
“Pero porqué razón, evidentemente en el ámbito de la pandemia, se han modificado muchas realidades, existieron nuevas restricciones. Lo que pasa es que la gente ha escrito más, porque se vio obligada a quedarse más tiempo en casa y ese factor ha estado en favor de la literatura”, aseguró.
Mediante Resolución de Directorio, el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) determinó incorporar a los servicios digitales, como venta, delivery, streaming, educación, videojuegos, publicidad en línea y hasta juegos de azar, en el Padrón Nacional de Contribuyentes.
En este contexto, Rebollo afirmó que para las personas, sobre todo jóvenes que generan contenidos por redes sociales conocido como “Star up”, requieren de una promoción en su rubro.
“Dónde si hay economía naranja es en el ámbito informático, las -Star up-, han ido generando beneficiando muy importante la cultura de promoción económica, en estas áreas que son de intelecto juvenil no existe la limitación y a través del uso de redes sociales”, señaló.
“Las personas que se dedican a generar contenido cultural en redes sociales reciben formación de embajadas, ONG, fundaciones. En la Alcaldía de La Paz y existe la formación para generar contenidos de carácter cultural en plataformas digitales, pero el mercado laborad aún no está definido”, agregó.
Rebollo recordó que muchas personas prefieren dirigirse a Santa Cruz porque muestra una economía un poco más abierta a nuevas ideas.
El país cuenta con el Centro de Economía Naranja en Bolivia (CEN), que es impulsado por la Federación de Entidades Empresariales de Cochabamba (FEPC) y con el objetivo de traer al país este modelo de desarrollo productivo que apuesta por la transformación del conocimiento y la creatividad en un bien o servicio.
FEPC y la Universidad Privada Franz Tamayo presentaron un proyecto de “Censo de Economía Naranja” como primer aporte conjunto del Instituto Económico Empresarial (IPE).
Actualmente, las alcaldías, gobernaciones y el Gobierno Central se encargan de divulgar las fiestas patronales (entradas folklóricas) que son eventos que se realizan en espacios abiertos.
Después de dos años de ausencia por la pandemia del coronavirus, se llevó a cabo la festividad del Señor del Gran Poder en la Ciudad de La Paz y la de Virgen del Carmen en la ciudad de El Alto. Estas actividades forman parte de la economía naranja, explicó Rebollo.