El experto del sector de vinos explica que se debe renovar las imágenes cada 10 años, para llegar al nuevo consumidor, pero no es una tarea fácil, pues requiere de tiempo y recursos para llegar al objetivo.
«Tom su tiempo coordinar el traspaso a la nueva imagen», dijo en la presentación de la nueva marca de singani Los Parrales, en abril pasado, en donde hizo un evento importante para mostrar el cambio.
Explicó que la inversión abarca en un nuevo diseño de botellas personalizadas, y el material antiguo se desecha, lo que representa un costo el cambio de marca y renovación de imagen.
Otras empresas del rubro también van por ese camino para adaptarse a los cambios que presenta la actual coyuntura, ya que los consumidores buscan refrescar su memoria, y un paso importante es mostrar una nueva imagen.
Además, la personalización y la identificación con su origen, marca el paso para que el consumidor se relacione con el producto, por su calidad y su presentación.
Molina señaló en ese entonces, que el lanzamiento de la nueva marca genera expectativas interesantes, pues se presenta una imagen limpia, y que habla mucho del producto.
Informó que el proyecto tomó dos años para madurar, y desde el primer día se inyectaron capitales humanos y económicos para alcanzar a la nueva presentación, que no solo va para al mercado local sino que también apunta a la exportación.
La renovación permite a la marca Los Parrales impulsar su crecimiento en el mercado local, así como en el internacional.
Pero lamentó que en el mercado nacional la producción nacional siga peleando con el contrabando.
Singani Los Parrales cubre alrededor del 30 % del mercado local, con un crecimiento sostenido los últimos años. Anualmente producen 400 mil botellas, y exportan a EEUU, y llegarán a China y Japón. Actualmente también venden a Suiza, Alemania y México.