El departamento de La Paz, debido a sus pisos ecológicos, tiene mucha oportunidad para desarrollar su economía, a través de las exportaciones, la agricultura y la industria manufacturera, como los textiles, y también por la generación de energía eléctrica, pero la medida de los bloqueos y la falta de políticas que impulsen la inversión privada, así como la pública, posterga el despegue económico, de acuerdo a empresarios paceños.
Tras un cuestionario enviado a la Federación de Empresarios Privados de La Paz, la Cámara Departamental de Industrias y una entrevista al vicepresidente del directorio de la Cámara Departamental de Exportadores de La Paz, casi todos coincidieron, por separado, que el diálogo público privado abrirá las puertas a las oportunidades y los potenciales productivos de la región.
Los entrevistados aseguran que hay una recuperación leve, que no es suficiente para encaminar nuevamente la economía del departamento, y a pesar del crecimiento del 2021 de 5,3 %, menos que el Producto Interno Bruto (PIB) nacional de 6,1 %, la recuperación empezó.
Para el presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz (Feplp), Jaime Ascarrunz, la economía paceña presenta dos fenómenos, una recuperación de algunos sectores, pero a la vez la situación se va complicando por la falta de empleo.
“Si bien la recuperación es importante, pues muestra una mayor dinámica de la economía paceña, es evidente también que la situación es compleja, debido a las secuelas económicas que dejó la pandemia y el contexto internacional complicado, en particular por la guerra Rusia–Ucrania, por sus incidencias globales”, apunta.
En el caso de la Paz mejoraron los valores de exportación de materias primas, específicamente minerales, pero en contrapartida se incrementaron los precios de insumos y equipos importados, adicionalmente hay que considerar que el mercado interno es cada vez más restrictivo para la producción nacional, por el incremento del contrabando y la informalidad, que llega incluso al 85 %, advierte.
La cuarentena por el covid-19 provocó la paralización de las actividades económicas, en su mayoría, pero principalmente del sector turismo y construcción, y si bien el 2021 presentó signos de recuperación, reflejado en su PIB de 5,3 % menor al 6,1 % del nacional, y tomando en cuenta la recesión registrada en 2020, la cifra puede considerarse como una recuperación.
INDUSTRIA
Mientras tanto, la contracción del PIB industrial paceño cayó a -14,7 % en 2020, y para el 2021 se estima un crecimiento en torno al 3 %, insuficiente para alcanzar el nivel de actividad económica del 2019, refirió la presidenta de la Cámara Departamental de Industrias (Cadinpaz), Cynthia Aramayo.
“Las actividades económicas industriales en La Paz aún no terminan de recuperarse de los efectos del covid–19 y ahora experimentan los impactos de la Guerra de Rusia, la crisis internacional de suministros y logística (contenedores) y el crecimiento del contrabando y la informalidad en un contexto de devaluación de las monedas de los países vecinos”, señala las amenazas latentes en la actual coyuntura nacional e internacional.
EXPORTACIONES
Por su parte, el vicepresidente del Directorio de la Cámara Departamental de Exportadores (Camex), Larry Serrate, informó que las exportaciones paceñas fueron encabezadas por el oro metálico.
Pero el empresario textil va más allá de solo la exportación de oro metálico, pues plantea aumentar la venta de manufacturas. Sostiene que una tonelada de oro metálico no se compara con similar volumen de joyería, que representa más ingresos, de alrededor de 80 millones de dólares, y además genera miles de empleos.
El mundo aprecia el talento boliviano, asegura y se hace la pregunta ¿qué país queremos ser?, uno que solo exporta materias primas o una variedad de productos no tradicionales, y luego señala que “no hay país que pueda salir por sí solo, sino exporta”.
Reflexiona al indicar que Bolivia no es un país grande que por sí solo pueda crecer, tenemos que exportar, y tenemos una variedad de rubros que se puede vender al mercado externo, como textiles, alimentos, joyería, muebles de madera, entre otros, pero se debe incursionar con planificación y con los mercados establecidos.
Para dar curso a la exportación masiva de productos paceños, se debe pasar primero por presentar las condiciones adecuadas para la inversión privada, y la apertura de mercados.
Explicó que antes de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de la Droga (Atpdea), los productos textiles ingresaban al mercado estadounidense con un arancel de 18 %, pero de la aplicación las prendas bolivianas llegaron al país del norte libremente.
Una nota de prensa del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2017, señala que sin Atpdea, luego de la suspensión en 2009, las ventas al país del norte crecieron, pero también muestra que dentro de los productos están materias primas, y los textiles desaparecieron, siendo el ganador Perú por su acuerdo de Libre Comercio, aunque asegura que se envió productos manufacturados.
Serrate recuerda que cuando se tenía esa norma se enviaba prendas de vestir, y este rubro generó miles de empleos en El Alto, en especial, ya que los ingresos eran altos pues el producto boliviano era de buena calidad, como poleras y camisas de gama media.
Y en ese entonces las autoridades locales señalaban que se necesitaba cinco Ametex para cubrir la demanda de prendas de vestir, porque el país tenía ventajas frente a otros competidores, como China, por la cercanía con el mercado, recordó.
En ese marco, dijo que un Tratado de Libre Comercio (TLC) no es malo ni bueno por sí mismo, sino tiene que ver cómo lo negocias, y puedes sacar ventajas.
Mientras Perú firmó un TLC con Estados Unidos, y aprovecha al máximo su acuerdo comercial, nosotros quedamos rezagados. “Perú se lleva mal con los americanos, pero siguen teniendo un acuerdo comercial”, apuntó.
Recordó que en El Alto las personas que elaboraban prendas de vestir, allá por el 2006, tenían ingresos de 300 bolivianos por día, y de forma sostenible, pero la suspensión de las preferencias provocó desempleo y cierre de empresas.
Para el empresario al parecer el Estado todavía no comprende que necesita crear condiciones para generar empleos, y la exportación es una vía importante para lograr este objetivo, ya que el mercado mundial es infinito, mientras el nuestro es pequeño.
Nombró a varios países, como Vietnam, Chile, que entendieron que su mercado era pequeño y aprovecharon los mercados externos a través de acuerdos comerciales. Mientras que India y, China pueden generar desarrollo ellos mismos por el número de habitantes que poseen.
El Gobierno trató de reemplazar el mercado estadounidense con Brasil y Venezuela, pero no fue lo mismo, por la baja capacidad del poder adquisitivo de los habitantes latinos, a diferencia de los del país del norte.
Oportunidades
Consideramos que en el contexto de la actual crisis internacional de suministros y logística y de inflación internacional, La Paz tiene una gran ventana de oportunidad. La ubicación geográfica estratégica de La Paz en el subcontinente con el sur peruano y el norte chileno y el potencial agroindustrial en el norte de La Paz y la producción de súper granos y ganado en el sur de La Paz son “la oportunidad de desarrollo local en un contexto de crisis internacional”. Podemos sustituir importaciones e impulsar el potencial exportador de La Paz.
A la pandemia se debe sumar el contexto de inseguridad para la inversión que se generó en El Alto en 2019 por los problemas políticos y sociales. Varias empresas y profesionales han migrado al oriente del país o al sur peruano y norte argentino para realizar actividades económicas.
La situación es preocupante, puesto que la industria de La Paz aporta con el 22,7 % al PIB industrial de Bolivia, siendo el segundo, después de Santa Cruz, en relevancia en la industria boliviana. Existen más de 11.800 empresas industriales en La Paz que representan el 32 % de las industrias formalmente registradas. En Bolivia existen más de 37 mil industrias.
La industria en 2021, a su vez, aportó con el 92 % de las exportaciones de La Paz; sin embargo, una buena parte de estas exportaciones son de oro metálico (que son contabilizadas como sector industrial). Fuente Cinthya Aramayo
Trabajo y falta de coordinación
La Federación de Empresarios Privados de La Paz realiza un proceso de diálogo por el Desarrollo Económico y Social del Departamento, en el que participan empresarios, trabajadores, Gobernación de La Paz, alcaldías y otras instituciones económicas a objeto de impulsar el desarrollo departamental, a través de acuerdos y trabajos, mediante alianzas público-privadas.
Con esta base técnica, nuestra institución está llevando a cabo acciones que permitan generar sinergia entre el sector privado paceño y los diferentes niveles de gobierno del sector subnacional y estatal.
Sin embargo, consideramos que a pesar de los primeros avances logrados falta aún mucho camino por recorrer, siendo nuestro principal escollo la escasa coordinación entre las mismas instancias de gobierno (nacional, departamental y municipal) y el bajo presupuesto asignado, en particular a la Gobernación y los municipios, que impide realizar acciones efectivas que permitan impulsar el desarrollo departamental.
La Feplp propone el desarrollo energético con la construcción de represas, para generar energía hidroeléctrica para la exportación, sin descartar opciones de generación eólica y solar, la producción de alimentos a gran escala aprovechando las potencialidades, que no se está aprovechando. Buscar incrementar las exportaciones no tradicionales y hacer un uso adecuado de la madera con planes de reforestación.
Contamos con diferentes pisos ecológicos apropiados para desarrollar actividad productiva, lo que falta es brindar las condiciones con vías de acceso, aplicación de la tecnología, ejecución de programas que promuevan los sectores y mecanismos de apoyo y promoción. Fuente Jaime Acarrunz