A nivel mundial el boom de los autos eléctricos demandarán a futuro volúmenes altos de litio para las baterías, pero medios internacionales ponen en duda que Sudamérica responda a la demanda. En Bolivia pasaron más de 10 años y todavía no se ingresó a la producción masificada de carbonato de litio y ahora se evalúa la extracción directa, mientras el mercado requiere del insumo.
El litio es un componente clave de las baterías para los vehículos eléctricos, y gran parte se encuentra bajo tierra en América del Sur. Ryan Dube del Wall Street Journalist (WSJ) explica por qué es tan complicado sacar este metal de Chile y Bolivia, y lo que esto significa para la transición hacia una energía más verde, según el portal https://www.wsj.com/.
Pero no sólo ponen en duda medios internacionales, sino también algunas personas en las redes sociales, como Alfredo Zaconeta, que señala que 14 años en este proceso de querer industrializar los recursos evaporíticos, y qué logramos?, se pregunta, y responde que no hay ninguna patente, no se tiene un proceso técnico/científico definido y el carbonato de litio con leyes de pureza en duda, que no llegan al grado batería.
Mientras tanto, el economista y experto en finanzas e inversiones, Mauricio Ríos García en su twitter asegura que “la nacionalización del litio es un fracaso. Hoy, a 9 años de la apertura de la primera empresa estatal de litio, y luego de $us 1.000 millones de inversión, en este país se produce en un año lo que otros países producen en apenas un día y medio”.
Mientras las autoridades del sector energético aseguraron que ingresará en operaciones la planta industrial de Carbonato de Litio en la presente gestión, y que la de cloruro de Potasio y la planta piloto de carbonato de litio generaron recursos para el país.
Yacimientos de Litio Bolivianos generó más de 243 millones de bolivianos en el primer semestre de este 2022 por la venta de cloruro de potasio y carbonato de litio, superando los ingresos obtenidos por la estatal en toda la gestión 2021, cuando fueron de 191,1 millones, señalaron las autoridades en su entonces.
Por otra parte, el presidente ejecutivo de Yacimientos de Litio Bolivianos, Carlos Ramos Mamani, informó a principios de agosto que se firmó contrato con la empresa Carlos Caballero, para la construcción de una planta de tratamiento de agua para uso industrial por un monto de 344 millones de bolivianos, mismo que contempla todo el proceso de construcción, ingeniería y puesta en marcha.
En esa oportunidad aseguró que la construcción de la Planta Industrial de Carbonato de Litio está avanzando de manera acelerada y parte de este proceso es la construcción de la planta de tratamiento de agua mencionada que coadyuvará decisivamente en el proceso de industrialización del litio.
Mientras el Centro de Documentación e Información-Bolivia (Cedib) informó que el 30 de abril de 2021, el gobierno boliviano anunció el relanzamiento del proyecto de industrialización del litio con una convocatoria internacional para empresas que desarrollan la Extracción Directa de Litio (EDL)1
Poco después el expresidente de la empresa pública Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), Marcelo Gonzales, afirmó que la tecnología aplicada desde 2008 a 2020 en Uyuni tenía una obsolescencia de 40 años y que en su aplicación se pierde «el 40% de los componentes que son importantes en la industrialización», indicaba la institución.
Un cambio radical de tecnología de explotación de los recursos evaporíticos significa nuevas implicaciones para las comunidades y el medioambiente. Sin embargo, la decisión no fue socializada y sus bases no fueron puestas a consideración de ninguna instancia académico-científica independiente, alertó la entidad.
Socialización
Mientras tanto, Yacimientos del Litio Boliviano (YLB) inició una socialización del proyecto en los lugares donde se encuentra la materia prima para la fabricación de baterías de litio, y el avance del proyecto.
El medio estadounidense WSJ, a través de su periodista Ryan Knutson, asegura que la demanda de litio se está disparando en todo el mundo, debido a que el metal es muy ligero, y se emplea en la fabricación de vidrio, en máquinas de rayos X, en teléfonos inteligentes y en baterías para autos eléctricos.
Se estima que 40 millones de vehículos eléctricos se venderán para 2025, debido a que todo el mundo está tratando de construir sus propias movilidades.
Ryan Knutson señala que Sudamérica y Chile, en particular, tienen algunas de las reservas de litio más grandes del mundo. Pero a medida que aumenta el mercado de vehículos eléctricos, sacar litio de la región está resultando difícil.
“Existe una feroz oposición de las comunidades locales y existe la preocupación de que una cantidad suficiente de las ganancias de la minería permanezcan en la región. Todo está creando un cuello de botella gigante», señala.
“América del Sur, esencialmente, no está desarrollando el litio al ritmo que el mundo necesita. Si hay interés en hacer esta transición hacia una energía más limpia, hacia una tecnología más ecológica, para alejarse de los combustibles fósiles, entonces el mundo necesitará litio. Y de aquí es de donde vendrá, América del Sur. Buena parte vendrá de América del Sur. Así que es muy importante lo que está pasando aquí abajo”, reflexiona el periodista.
Alrededor del 55% de los depósitos de litio del mundo se pueden encontrar en un lugar llamado Triángulo de litio en América del Sur.
A eso se suma que, por ejemplo, Chile no haya incursionado en la búsqueda de nuevos yacimientos, y está en proceso de la creación de una empresa estatal para la explotación, mientras Bolivia está en camino, y Argentina busca ser protagonista.