Hace unas semanas atrás, los productores de semilla indicaron que el consumo de semillas no certificadas era mayor a la comercializada con certificado de calidad, lo que afectaba a las empresas dedicadas a esta tarea.
Por ello la importancia de este convenio radica en brindar a la población seguridad alimentaria previa coordinación de estrategias, planes, acciones e intercambio de información, conforme a las competencias de cada institución, de acuerdo a la Ley de Fortalecimiento de la Lucha Contra el Contrabando y la Ley General de Aduana.
Del 1 de enero al 22 de junio, la entidad aduanera comisó mercadería equivalente a más de 325 millones de bolivianos en todo el país, de los cuales, ocho millones corresponden a semillas o granos de girasol, maíz y soya.
«No solo controlamos las semillas transgénicas, sino también las que ingresan de forma ilegal, es decir, que no fueron homologadas porque pueden causar nuevas plagas», explicó el director general ejecutivo del INIAF, Juan Chura.
De acuerdo con la autoridad, los principales puntos de ingreso de semillas son Yacuiba y Santa Cruz, y en una segunda instancia Bermejo.
«En el marco de la Ley 1053, ahora el INIAF se une para hacer frente al contrabando de semillas genéticamente modificadas que tratan de ser introducidas a territorio nacional», sostuvo la presidenta ejecutiva de la Aduana Nacional, Karina Serrudo.
Mencionó que los controles se fortalecerán en puntos temporales y fijos; por su parte, el INIAF realizará un examen de los granos para su certificación. EL DIARIO y ABI