Frente a la crisis institucional que sufre la justicia boliviana, la Cámara Nacional de Comercio (CNC-Bolivia) y su Centro de Arbitraje y Conciliación decidió realizar por 3er año consecutivo el congreso Bolivia Arbitration Review acompañado por juristas para analizar el tema de las condiciones del arbitraje en Bolivia y las últimas novedades en la materia, dentro de sus conclusiones está el fortalecer este mecanismo comercial en el país.
A lo largo de dos días, 6 y 7 del presente mes, se conocieron distintas ponencias y capítulos específicos donde es aplicable la conciliación y el arbitraje en una justicia de paz versus una justicia de litigio. Es en este entendido el auditorio estuvo compuesto por abogados y empresarios que llegaron de distintos puntos del país.
Sendas charlas, conferencias y reflexiones moderadas en 17 paneles y ponencias, que llegaron a la conclusión de que la única alternativa para despejar la agobiada y atiborrada justicia boliviana es apostar por esta cultura de paz en base al arbitraje, conciliaciones rápidas, jueces expertos, sentencias que no tengan posibilidad de apelaciones sin sentido y que den la posibilidad de temas juzgados en tiempo récord. Esta es la filosofía de esta nueva cultura arbitral de la paz, tratar de dar soluciones, así como resarcir y reparar los daños, señalan los organizadores.
La trascendencia de este tipo de conversatorios se ve reflejada en la presencia de los bufetes de abogados más prestigiosos y las más altas autoridades en el campo judicial del ejecutivo.
La asistencia y la explicites con la que el viceministro de Justicia y Derechos Fundamentales, César Siles Bazán, habló sobre la necesidad de una cultura de paz, una solución pronta y oportuna de los litigios, pone una apuesta y una vara fundamental desde el ejecutivo, en este tipo de mecanismos de solución de controversias.
El congreso generó además dos eventos en su órbita, uno denominado Warmi Arbitration destinado a mujeres profesionales y otro denominado Youg Bar Forum orientado a los practicantes del arbitraje en el rango etario inferior a 40 años.
Queda por delante la apuesta de la sociedad y de los juristas en general del país para reemplazar el litigio por la cultura de negociación y de sentarse en una mesa de trabajo para encontrar prontas soluciones que beneficien a sus clientes y permitan subsanar cualquier controversia, aseguran los organizadores.