El Presupuesto General del Estado 2023 muestra la misma orientación y resultado de las finanzas públicas de años anteriores, advierte Fundación Jubileo, que con la composición presupuestaria que ofrece el Gobierno, el país no saldrá del déficit, ni del endeudamiento.
Continuará un profundo déficit fiscal y mayor endeudamiento; a su vez, mayor gasto corriente y menor inversión pública (…). Llama la atención que ante esta complicada situación no se estén abordando ajustes o reformas para afrontar este y otros problemas y desafíos, desde el punto de vista económico”, señala el análisis elaborado por el especialista René Martínez.
Como resultado de los ingresos y gastos previstos, el PGE 2023 tiene programado un déficit fiscal de 7,5% del Producto Interno Bruto (PIB), bastante profundo, al igual que el registrado en los últimos años, analiza Jubileo.
El déficit, según Martínez, refleja la compleja situación por la que atraviesan las finanzas públicas en términos de la sostenibilidad.
“Al efecto, nuevamente el presupuesto tiene programado mayor endeudamiento (…). Entre la deuda programada, el proyecto de Ley del PGE 2023, en su texto, autoriza nuevamente la contratación de deuda a través de títulos de valor en mercados de capital externos, conocidos como bonos soberanos por un monto de 2.000 millones de dólares”, indica.
Estos recursos (bonos soberanos) serían para apoyo presupuestario y/o manejo de pasivos, es decir de libre disponibilidad y/o para pagar deuda.
Por otro lado, entre otras determinaciones del proyecto de Ley del Presupuesto, se tiene la autorización para que YPFB pueda ceder flujos de caja futuros, lo que también muestra la complicada situación en términos de recursos.
El proyecto de Presupuesto General del Estado 2023 muestra tendencias similares a las observadas en los presupuestos de los últimos años, según la información disponible.
Inicialmente, por el lado de los ingresos, el analista señala, que si bien registra un leve incremento de los ingresos tributarios de 5% con relación al presupuesto 2022, aún no se advierte una recuperación de las recaudaciones. Desde 2016, los ingresos tributarios disminuyeron y el nivel previsto en el PGE estaría por debajo incluso del año 2014.
Con relación a los ingresos de la renta de hidrocarburos (IDH y regalías), estos recursos se incrementarían en 11,6% respecto al presupuesto 2022. Sin embargo, la tendencia de estos ingresos no solamente depende de los precios internacionales, sino también de los volúmenes de producción, que han estado disminuyendo en los últimos años.
Las transferencias a gobiernos subnacionales por coparticipación de impuestos y regalías resumen la tendencia de los ingresos en general. De acuerdo con las proyecciones, registrarían un leve incremento de 3,9%.
Con relación a los gastos, se observan dos tendencias, que por cierto se han mostrado los últimos años: por un lado, los gastos corrientes continúan subiendo (en 7,1% con relación al año pasado) y, por otro lado, la inversión pública disminuye.
“Si bien se tiene un monto programado de inversión pública de 4.006 millones de dólares, este monto es 20% menor a lo programado en el presupuesto 2022”, aclara Martínez.
En esa línea sugiere observar la ejecución de la inversión pública que, en general, estuvo por debajo de los niveles programados. La subvención a hidrocarburos llegaría a Bs 7.642 millones, un 59% más que el año pasado. (Brújula Digital).