El comercio ilícito genera pérdidas de más de 2 billones de dólares al año, afecta principalmente a los países emergentes e impide su desarrollo sostenible, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), que realizará un foro sobre este tema, la próxima semana.
La UNCTAD define el comercio ilícito como la transacción de cualquier bien que no cumpla con los marcos legislativos y reglamentarios, incluidas las formas en que se producen, transportan, certifican o venden.
Los ejemplos incluyen el comercio de especies en peligro de extinción y medicamentos falsificados y los flujos financieros ilícitos relacionados con el tráfico de drogas, el financiamiento del terrorismo, la facturación comercial fraudulenta y la evasión fiscal agresiva.
«Cuando el comercio es justo, basado en reglas y es estratégico, el comercio es una fuente de bienes, una fuente de desarrollo que puede ayudarnos a lograr nuestros Objetivos de Desarrollo Sostenible. El comercio ilícito es lo opuesto a esto. El comercio ilícito no es justo, ni legal, ni tiene un propósito», dijo la secretaria general de la UNCTAD, Rebeca Grynspan.
Grynspan aseguró que el comercio ilícito pone en peligro de manera significativa todos los aspectos del desarrollo sostenible y, en especial, representa una triple amenaza para su financiación. Las economías en desarrollo son particularmente vulnerables a esta amenaza.
«El comercio ilícito desplaza la actividad económica legítima, priva a los gobiernos de los ingresos fiscales que tanto necesitan y aumenta los costos para lograr nuestros ODS», dijo la Secretaria General.
Bolivia
Bolivia no está ajena al comercio ilícito que se refleja en el contrabando de productos que ingresan al mercado nacional y afectan a la producción boliviana, es por ello que el sector empresarial exige mayor control en las fronteras.
Los empresarios del país estiman que el comercio ilícito, vía contrabando, mueve alrededor de 3.500 millones de dólares, mientras la pasada gestión la Aduana Nacional logró comisos por valor de menos de 100 millones.
El sector industrial destaca la labor de las instituciones que realizan el control de ese comercio ilícito, pero también exigen ampliar la fiscalización hacia los municipios, y que éstos jueguen un rol para reducir el consumo de productos de contrabando.
También el ingreso de medicamentos de contrabando afecta al sector y ponen en peligro la salud de los habitantes que acceden a estos productos, ya que no pasan por el control sanitario, correspondiente.
Foro
La UNCTAD organiza su segundo Foro sobre Comercio Ilícito los días 6 y 7 de septiembre, proporcionando una plataforma para que los países colaboren en la lucha contra esta amenaza para el desarrollo, cuyo evento se llevará a cabo en Ginebra y recibe el apoyo de la Alianza Transnacional para Combatir el Comercio Ilícito (TRACIT).
El evento reunirá a una amplia gama de partes interesadas, incluidos los estados miembros y representantes de organizaciones intergubernamentales, varias ONG, instituciones académicas y el sector privado.
El foro examinará cómo frenar el comercio ilícito durante crisis como pandemias, guerras, colapsos financieros y desastres naturales, que son oportunidades maduras para la obtención de ganancias.
Una de sus sesiones creará conciencia sobre la creciente amenaza del comercio ilícito durante las crisis económicas, sanitarias, ambientales y de conflicto, y llamará la atención sobre nuevas estrategias para combatir este fenómeno.
Economía Digital
En los últimos años, el comercio ilícito se ha movido significativamente hacia la economía digital, con una mayor presencia en las redes sociales y los mercados en línea. La pandemia de covid-19 ha acelerado en gran medida esta tendencia.
Al respecto, en varias oportunidades el presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Pablo Camacho, alertó que productos de contrabando se ofertaban en las redes sociales, y por ello solicitó que el control también llegue a este mercado.