“La modificación de estos rangos tendrán un impacto en las alícuotas del ICE y planteará un incremento de la presión tributaria sobre el sector cervecero del país, lo que plantea un atentado a la sostenibilidad económica de nuestras empresas, especialmente las más pequeñas y vulnerables como es el caso de las cervecerías artesanales, solicitamos al Gobierno el retiro de este proyecto de ley y trabajar en conjunto en una propuesta de un sistema tributario más bien a favor de la industria nacional ”, indicó Guido Mühr, representante de Sabores Bolivianos Alemanes y la marca Prost.
La industria cervecera boliviana sostiene que la crisis económica postpandemia y el incremento del contrabando han golpeado profundamente al sector, afectando a grandes y pequeñas cervecerías artesanales con un impacto especial sobre estas últimas que muestran mayor vulnerabilidad.
Asimismo, expresan que es necesario proteger a la cerveza boliviana como un producto de excelente calidad que puede potenciar otras actividades como el turismo como ocurre en otros países. Adicionalmente, puntualizan sobre una ausencia del Estado para proteger a la producción nacional.
“Hay que considerar a las cervecerías artesanales que, en la actualidad, además de competir con productos de contrabando, les toca luchar con una subida en los precios de la materia prima, si esta subida al impuesto al consumo específico se hace efectiva muchas cervecerías pequeñas tendrán que cerrar sus puertas”, señaló Stefano Coutand de la cervecería Madera en Santa Cruz de la Sierra. Acotó además que “Hay más de 80 cervecerías en el país entre grandes, medianas y pequeñas. Buena parte son emprendimientos artesanales que buscan desarrollarse, crecer y aportar a la cultura cervecera del país”.
Según las empresas, las recaudaciones se han reducido por efectos de la crisis sobre la demanda agregada, pero sobre todo por el contrabando, que, en el caso de las bebidas alcohólicas, cada año el Estado deja de recaudar más de 100 millones de dólares, de acuerdo con un estudio realizado por Euromonitor.
“Una modificación del ICE incrementaría más la presión tributaria, lo que nos quita aún más competitividad frente a la libertad que tiene hoy el contrabando; de esta manera, este proyecto de ley debe ser retirado debido a que pone en peligro el tejido productivo, pues puede implicar el cierre de operaciones en varias industrias del sector”, concluyó Guido Mühr en representación del sector cervecero artesanal.
Finalmente, señalaron que la presión tributaria sobre el sector cervecero boliviano es la más alta de la región: el impuesto al consumo específico de la cerveza es del 34,6%, mucho mayor al de Argentina (8,7%), Paraguay (8%), Chile (20,5%), Brasil y Venezuela (15%), a lo que es preciso sumar el Bono ProLeche, que graba con 0,10 centavos de boliviano por cada litro de cerveza consumido.