La caída de la producción de petróleo se viene desde el 2015, un año antes alcanzó los más de 60 millones de metros cúbicos día )MMmcd), y el 2022 terminó con 42 MMmcd, y consultoras internacionales anunciaron de que sí Bolivia no logra subir sus reservas al igual que su producción, la era del gas termina el 2030.
La pasada gestión Bolivia ya dejó de ser un exportador neto de gas para convertirse en importador, por el aumento de compra de diésel y gasolina, pues se incrementó en volumen y en valor, 30% y 100%, respectivamente.
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Ante ese panorama tan desolador que tiene YPFB, el presidente de la estatal petrolera, Armin Dorgathen Tapia, anunció ayer que el portafolio de campos maduros o cerrados de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos contempla 40 pozos identificados con oportunidades de reactivación en reservorios gasíferos y petrolíferos.
“Preliminarmente se tienen identificados 40 pozos que fueron cerrados. Estos pozos cuentan con oportunidades de reactivación, pues en algunos de estos se dejaron niveles de hidrocarburos que en su momento no eran de interés y no fueron habilitados a producción por razones técnico-económicas”, indicó Dorgathen Tapia.
La estatal petrolera seleccionó para una primera campaña, alrededor de 29 pozos en áreas a favor de YPFB y ejecutar la adquisición de datos con el fin de actualizar la información. De forma previa, se realizaron estudios de oportunidades para identificar campos maduros y/o cerrados a reactivar con un análisis técnico multidisciplinario donde participaron áreas relacionadas a Geología, Geofísica, Petrofísica e Ingeniería de Reservorios, señala una nota de prensa de YPFB.
Las actividades operativas que permitirán adquirir datos en los pozos de estos campos maduros y/o cerrados, se llevarán a cabo a través del proyecto “Servicio de Adquisición de Datos en Campos Maduros”.
El alcance involucra a pozos de las áreas y campos que están a favor de YPFB de los cuales algunos datan de los años 20, 30 y 60; cuya información es muy antigua y escasa. El comportamiento de los reservorios es dinámico, por lo que mucha de la información disponible no es representativa y necesita ser actualizada para identificar las características actuales de la interacción roca-fluido.
En el marco de los objetivos estratégicos de YPFB y el Plan de Reactivación del Upstream, se solicitó el estudio de áreas hidrocarburíferas para evaluaciones técnico-económicas que pudieran presentar oportunidades.
“Mediante la adquisición de datos se podrá contar con información que permita reducir incertidumbres en cuanto a las oportunidades de reactivación de dichos campos, de manera que se pueda incorporar producción y volúmenes de hidrocarburos adicionales en el país”, añadió Dorgathen Tapia.
La actividad de explotación de campos en áreas tradicionales, principalmente el 80% de la producción de petróleo proveniente de campos maduros, ingresó a una etapa de madurez en Bolivia.