“Es como si solamente hubiese esperado que su bebita pudiera nacer. Valentina Ubaldina nació casi a mediados de diciembre y su mamá luchó unos días más, pero hoy se fue”, dijo la tía de la mujer.
Hasta antes de la Navidad, Donato Aguilario Choque, el hombre que en octubre confesó en su comunidad que mató y arrojó a Ubaldina a un cañadón de Sacaca, Potosí, y que después se dio a la fuga, estaba imputado por el delito de lesiones gravísimas, con el deceso de la víctima el ilícito cambió a feminicidio.
Con la muerte de Ubaldina, los feminicidios en Cochabamba suman 12.
La abogada del Observatorio de Justicia de la Fundación Voces Libres, Karen Iporre, dijo que el caso está en etapa preparatoria.
“Hay una imputación formal en contra de Donato Aguilario que ahora se agrava por el delito de feminicidio. Los investigadores piden viralizar la fotografía del imputado para facilitar su captura y procesarlo de acuerdo a ley”.
La bebé Valentina pesó dos kilos y recibía cuidados en terapia intermedia. Se hallaba estable y le dieron el alta médica hace poco.
Ubaldina fue considerada la “primera incubadora humana en Bolivia”. Dijeron que es un milagro que Valentina esté viva y sana.
La brutal agresión se registró el 2 de octubre en la comunidad de Jucuricahua de Sacaca. La víctima fue agredida por su pareja, quien arremetió contra ella de tal forma que prácticamente la dejó en estado vegetativo. La apuñaló en el pecho, la golpeó en la cabeza con algún objeto contundente y la abandonó en una zanja. Su concubino, de 35 años, creyó haber acabado con su vida, pero ella resistió.
Las investigaciones revelaron que Ubaldina había decidido alejarse de Donato porque era violento.
Según Roberto Choque Tola, el padre de la víctima, Ubaldina buscó refugio en su casa el 1 de octubre y le contó que Donato la golpeaba mucho.
“Yo no entendía por qué mi hija aguantó tanto, le dije que la iba a apoyar y se quedó en mi casa. Al día siguiente, el 2 de octubre, mi hija salió de la casa y en el camino este hombre se la llevó”, relató.
Según las investigaciones, el feminicida prófugo le hizo varias llamadas hasta convencerla de encontrarse, pero él tenía intención de matarla. La mujer no volvió al hogar de su padre. El 3 de octubre, Donato le dijo a una amistad que acabó con la vida de su concubina y que dejó su cuerpo en una zanja próxima a su domicilio. La familia y los vecinos se organizaron en grupos y comenzaron la búsqueda hasta encontrarla, el 6 de octubre, en un cañadón del cerro Jucuriyawini.
La mujer llegó el 7 de octubre al Hospital Viedma, donde recibió atención médica durante una semana, y luego, el 14, pasó al Maternológico. Era madre de cuatro menores de edad. Sus otros tres hijos (de 16, 12 y 4 años) se encuentran al cuidado de sus abuelos.
BÚSQUEDA
La Policía ha estado buscando a Donato Aguilario. El agresor estuvo en Cochabamba y luego viajó a Oruro. Se presume que está escondido en alguna comunidad de ese departamento.
Ayer, una ambulancia de Potosí se llevó los restos de Ubaldina a su comunidad, para que sean velados allí. No hubo velorio en Cochabamba.
Por el momento, la Defensoría de la Niñez se hizo cargo de la bebita, pues necesita atención médica aún.
La Defensoría de la Niñez y la Adolescencia de Potosí verificó que los abuelos maternos, que están a cargo de los tres hijos mayores de Ubaldina, son ya adultos mayores, y debe hacer un estudio de la familia ampliada para entregar la guarda de la bebé más adelante.