Según la estatal agencia de noticias peruana Andina, las autoridades destacaron la importancia de optimizar «procesos que impactan en la reducción de tiempos y costos logísticos, en particular del proceso de control sanitario que realizan las entidades competentes a los productos agroindustriales de ambos países».
Las autoridades bolivianas y peruanas acordaron cinco puntos para lograr esta dinamización. Se continuará con la simplificación de trámites entre ambos países.
Ambos Estados impulsarán el trabajo y ejecutarán inspecciones conjuntas al comercio de mercancías perecederas por parte de las autoridades sanitarias para mejorar prácticas internacionales.
Se solicitará a la Junta de Administradores del Cebaf-Desaguadero que las autoridades de Comercio exterior de Bolivia y Perú participen de esas reuniones.
Se prevén talleres de capacitación binacional dirigidos a los operadores de comercio exterior para difundir los trámites de regímenes aduaneros y sanitarios, así como de los mecanismos de facilitación de comercio exterior implementados.
En la misma línea, ambos países proponen mejorar el «equipamiento de las instalaciones del puesto control de Carancas y que las instituciones binacionales de control fronterizo generen mecanismos que mejoren la fluidez del comercio exterior entre ambos países».
En los últimos años aumentó el comercio en la zona del Desaguadero, de forma legal e ilegal. La importación se incrementó por este paso fronterizo, de una variedad de productos, como agrícolas, así como hidrocarburos.
La importación de productos agropecuarios de Perú aumentaron, pero también el contrabando de productos, que afecta a las industrias nacionales por su bajo valor en los artículos.