“El propósito del ECI es coordinar actuaciones, entre ambos países, a fin de investigar hechos delictivos como la trata y tráfico de personas y conexos cometidos por organizaciones transnacionales. Se busca identificar a los responsables y perseguirlos penalmente, así también procurar la protección y salvaguarda de la vida e integridad física de las víctimas y testigos”, explicó la directora de la Fiscalía en Delitos en Razón de Género, Daniela Cáceres.
Agregó, que ambas fiscalías manifestaron el interés de aplicar la Técnica Especial de Investigación, prevista en la normativa boliviana.
El acuerdo se suscribió bajo el amparo del artículo 19 de la Convención de las Naciones Unidas Contra la Delincuencia Organizada Transnacional y su Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente de víctimas mujeres y niños.
DATOS
La trata de personas es un problema mundial. Los tratantes engañan a mujeres, hombres y niños de todos los rincones del planeta y los someten diariamente a situaciones de explotación.
Si bien la forma más conocida de trata de personas es la explotación sexual, cientos de miles de víctimas también son objeto de trata con fines de trabajo forzoso, servidumbre doméstica, mendicidad infantil o extracción de órganos.
La trata de personas afecta prácticamente a todos los países, ya sea como punto de origen, tránsito o destino, y se ha informado de que en 137 Estados se ha explotado a víctimas de por lo menos 127 países
La trata de personas es uno de los negocios ilícitos más lucrativos en Europa, donde los grupos criminales obtienen unos beneficios de tres mil millones de dólares al año, siendo éste un negocio considerable que se abastece de la población mundial más marginalizada.