Bolivia dispone actualmente de vía férrea y carreteras para la exportación de derivados del litio hacia los puertos del Pacífico y Atlántico, según el presidente de Ferroviaria Andina, Carlos Gill, expresado en el foro “La Logística del Litio”, realizado recientemente con expertos de Argentina y Chile.
Lamentó que el país aparece poco entre los principales exportadores de esos productos, a pesar del potencial que tiene con reservas de más de 21 millones de toneladas en el salar de Uyuni, además de la ventaja de contar con la logística prácticamente completa.
Señaló que desde esa región hasta las instalaciones de Yacimiento de Litio Boliviano (YLB), empresa estatal encargada de la industrialización de ese mineral, existe una distancia de 20 kilómetros que se podría cubrir con una cinta transportadora para que, posteriormente, el cargamento se embarque en tren hasta puertos de Chile y Perú.
Gill resaltó que la vía férrea en la región Andina de Bolivia cuenta con 1.834 kilómetros que conectan ciudades bolivianas con puertos del Pacífico y otra línea, en la región oriental de 1.244 kilómetros, que llevan la carga a los puertos del Atlántico vía carreta en Brasil y por la Hidrovía Paraguay-Paraná al puerto de Rosario en Argentina.
La otra ventaja para el litio, que ofrece Ferroviaria Andina, es el corredor bioceánico con diversas salidas a puertos mediante el transporte bimodal por tren y camiones, puntualizó.
El empresario precisó que la red ferroviaria puede ser ampliada y conectar con Argentina y Chile, que forman parte del Triángulo del Litio al poseer las mayores reservas de dicho metal en el mundo.
En ese sentido, la cadena productiva y la de transportes referidas al litio, tendrán que adoptar nuevas tecnologías en logística para cumplir la alta demanda mundial de los mercados que tienen en agenda desde el 2025 en adelante para transformar esta materia prima en baterías para movilidades que utilicen energías renovables.
Demanda
En la década venidera se espera una gran demanda del litio y su crecimiento será exponencial a un 800 %, paralelamente, países como Noruega, Alemania y Holanda han hecho pública su intención de eliminar sus automóviles a diésel y gasolina hasta el año 2025, India lo hará a partir del 2030, China entre el 2030 y 2040, mientras los alemanes ingresarán en una fase piloto de poner a disposición buses de manera gratuita para desincentivar el uso de movilidades y así reducir la contaminación, dijo Gill.
El ejecutivo sostiene que la producción de Argentina y Chile no podrá satisfacer la demanda mundial y debemos estar a la altura para responder con mayores inversiones, mayor tecnología y la reinversión de las cadenas globales de suministros que debe regirse a la nueva normativa para el ecosistema de vehículos eléctricos.
Para estar preparados, se debe tener una logística clara que no solo es el transporte de un punto a otro, sino que es fundamentalmente la organización de los centros logísticos como políticas para cumplir las demandas, que ya son manifiestas, opinó.
El tren es sin duda el transporte más idóneo, porque deja la menor huella de CO2 posible y además hace que se puede tener uso de energías renovables en lugar de energía con base a carbono como es el gas y el petróleo. Esto pondrá a Bolivia en un lugar expectable, porque podrá tener un litio verde, aseguró.
Los operadores logísticos de la región, para vender el litio, deberán crear una mayor infraestructura que además servirá para todo el resto de los demás productos. Por otro lado, un aspecto igual de importante es la necesidad de crear nuevos sistemas de trazabilidad, sistemas verdes de transporte y eficiencia operacional en precios.
Planta de carbonato de litio
Entre tanto, el viceministro de Altas Tecnologías Energéticas, Álvaro Arnez, anunció el fin de semana, que el próximo año ingresará en operaciones la planta de carbonato de litio, e informó que el alto precio de las materias primas logró una venta mayor de este material en la presente gestión, de 150 millones de bolivianos por 350 toneladas.
Informó que la gestión pasada, Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) produjo y comercializó alrededor de 990 toneladas de carbonato de litio y recibió 75 millones bolivianos, a un valor de 75.000 dólares la tonelada, de acuerdo a la información de ABI.
Hasta el momento la construcción de la Planta Industrial de Carbonato de Litio, en la localidad de Llipi del departamento de Potosí, tiene un 84 % de avance, por lo que se prevé que concluya esta gestión e inicie operaciones a partir de 2023.
La factoría industrial tendrá una capacidad de producción por año de 15.000 toneladas carbonato de litio, que es una materia prima para la fabricación de baterías, un insumo demandado actualmente para la producción de vehículos eléctricos.