La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), bajó previsiones de crecimiento a la mayoría de los países de América latina para 2023, mientras que Bolivia ya se adelantó en su Presupuesto General del Estado (PGE) 2023, al disminuir su crecimiento a 4,86%. Las economías del mundo ingresarán a una desaceleración, seguida de alta inflación.
La OCDE, en conferencia virtual sobre las perspectivas económicas para América Latina, indicó que el crecimiento pierde dinamismo en la región, Chile, Argentina y Colombia no tiene buenas perspectivas, mientras que Brasil se mantiene con los datos.
Entre tanto, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, el lunes presentó el Presupuesto General del Estado 2023, y en el mismo bajó el crecimiento a 4,86%, la inversión pública a 4.006 millones de dólares, el déficit fiscal a -7,49%.
La coyuntura internacional todavía es incierta, y los organismos mundiales anticipan una recesión económica e inflación. Los precios de las materias primas en el mercado subieron, lo que empujó a los ingresos de los países proveedores de recursos naturales, como lo es Bolivia, pero la desaceleración reduce la demanda y los valores van bajando.
“Política y amor, el papel aguanta todo. PGN 2023 parece que no se enteró de la crisis del censo y su impacto económico. Hasta ahora -2.3% del PIB. Proyecciones de crecimiento 4,86%, inflación 3,57%. Inversión pública $us 4,000 (
), señala Gonzalo Chávez Álvarez en su twitter @GonzaloCHavezA, economista y docente de la Universidad Católica Boliviana.
El economista y exdirector del Banco Central de Bolivia, Gabriel Espinoza, escribió en su twitter@g_espinoza, 1. Se gasta más, se invierte menos y el déficit se mantiene; 2. Los supuestos del PGE son antojadizos y por lo tanto el resultado (PGE) es malo; 3. Se centraliza aún más el control del Gob. Central sobre el gasto público”.
Mientras Joshua Bellott Sáenz señaló en su twitter @joshuabellott, “(…) el gobierno está confiscando la riqueza del pueblo, la despilfarra y mal invierte por mantener el poder, no la economía”.
Mientras el analista económico Mauricio Ríos García señaló en su twitter @riosmauricio que Economía confirma un PGE 2023 con un gasto público de $us 4.000 millones, un crecimiento del PIB del 4,86%, una inflación medida por el IPC del 3,57% y un déficit fiscal del -7,49%”.
Regional
Los países asociados a la OCDE de la región Latinoamericana, la mayoría perderá impulso a pesar del buen desempeño de la presente gestión, debido a los favorables precios de las materias primas, e ingresos por sus exportaciones.
El jefe de División Interino de la OCDE, Alberto González Pandiella, dijo que la inflación sigue afectando a las economías de la región, en especial a los más vulnerables, por ello propuso algunas herramientas que se deben mantener para baja el costo de vida.
Sostiene que la política monetaria deberá permanecer restrictiva, la política fiscal ha apoyado a los vulnerables, pero el espacio fiscal es acotado, así como las condiciones financieras se han endurecido.
Entre tanto, la economista Elena Vidal sostuvo que existe un fuerte deterioro de la situación macroeconómica de Argentina, y en su exposición muestra que el tipo de cambio oficial y paralelo, van cayendo.
La economista expuso que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) mitiga la incertidumbre sobre las políticas macroeconómicas de corto plazo, pero la inflación seguirá siendo elevada y las reservas internacionales seguirán en niveles bajos.
Bolivia no está ajena a la realidad de Argentina, pues las Reservas Internacionales también siguen la misma tendencia, se mantienen en niveles bajos, y la tendencia continúa a la baja.
Vidal sostiene que en Argentina se requiere un ajuste fiscal que mantenga el apoyo a los grupos vulnerables: Limitar la financiación monetaria del déficit público; reducir los subsidios a la energía que no benefician a los hogares más vulnerables; asignar las ayudas sociales de forma más eficiente; revisar los regímenes impositivos y los múltiples sistemas de pensiones.
Sostiene que implementar reformas para mejorar la productividad, es clave: Aumentar la competencia y eliminar barreras comerciales; y reducir las contribuciones a la seguridad social y fomentar la formalidad laboral.
Mientras tanto, para Perú se plantea una agenda de reformas para fomentar la productividad y disminuir desigualdades: Reforzar la competencia, simplificar carga regulatoria y reforzar la capacidad del estado; reducir el costo de crear trabajos formales; reformar pensiones y el sistema de transferencias; mejorar la calidad de la educación pública y la formación profesional; acelerar la transición energética con regulaciones más estrictas, un impuesto sobre el carbono y la eliminación progresiva de subsidios a combustibles fósiles.
En Bolivia, el consultor privado, Mauricio Medinaceli, hace unos meses atrás planteó la necesidad de avanzar en la suspensión del subsidio a los combustibles, debido a que los recursos reducen la disponibilidad de liquidez del estado.