En la gestión 2022, la economía mundial se ha visto afectada por importantes eventos adversos, entre ellos, el escenario post-pandemia seguido de las repercusiones del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia y las medidas asumidas por los países desarrollados que desaceleraron la actividad económica.
Por otro lado, la caída de la cotización internacional del oro, como resultado del permanente incremento en la tasa de política para contener la inflación efectuada por la FED y otros bancos de economías avanzadas, repercutieron en una pérdida de RIN en diversos países, señala un comunicado del BCB.
En el caso boliviano, el efecto alcanzó aproximadamente a una disminución de 400 millones de dólares por la valoración de las reservas valuadas en oro entre marzo y octubre de la presente gestión.
Adicionalmente, el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia se tradujo en un aumento de los precios de combustibles a nivel mundial. Este aspecto determinó el incremento en el monto pagado por la importación de carburantes en aproximadamente 1.400 millones de dólares respecto a 2021, ejerciendo presiones sobre el componente de divisas en las RIN, señala la nota del ente emisor.
Esa medida fue asumida por el Gobierno para proteger el poder adquisitivo de las familias bolivianas frente a las abruptas alzas en los precios de los carburantes que afectaron a nivel internacional.
Sin embargo, a pesar de la adversa situación mundial, las Reservas Internacionales en Bolivia han logrado mantenerse en niveles estables, ya que al 20 de diciembre de 2022 alcanzan los 4.000 millones de dólares, monto que supera los parámetros referenciales para la administración de reservas determinados por organismos internacionales, cubriendo más de tres meses de importaciones de bienes y servicios, y más de dos veces el servicio de la deuda externa de corto plazo, asegura en su nota el BCB.
Deuda
Para la gestión 2023 se vislumbran señales de mejora y estabilidad. En efecto, el Presupuesto General del Estado 2023 (PGE 2023) prevé un nivel de crecimiento de 4,86% y un nivel de inflación de 3,57%, manteniendo el ritmo de crecimiento y estabilidad alcanzado en los últimos dos años.
Asimismo, se espera la inyección de recursos externos de créditos ya contratados por el Gobierno asociados a proyectos de inversión pública; en efecto, a la fecha se cuenta con más de 3.400 millones de dólares de saldos por desembolsar, lo cual garantiza flujos continuos de divisas desde el exterior, señala la entidad.
Además, se cuenta con nuevos ingresos programados en el PGE 2023, que complementarán los recursos contratados garantizando el dinamismo de la actividad económica en su conjunto, en beneficio de las familias bolivianas, apunta.