“Reconocemos la afectación producida a raíz de la paralización de actividades y los eventos climáticos adversos; en este sentido, reiteramos nuestra total predisposición para atender y apoyar a superar los problemas financieros que pueden estar enfrentando los prestatarios”, señaló el secretario Ejecutivo de Asoban, Nelson Villalobos.
Villalobos afirmó que los bancos asociados están recibiendo y evaluando todas las solicitudes de reprogramación y refinanciamiento de sus clientes para brindar soluciones adecuadas a su capacidad de pago y a sus condiciones de ingreso futuro.
El Ejecutivo dijo que los interesados deberán argumentar la afectación a su actividad económica para acceder, y los periodos de gracia dependerá de cada caso, incluso podrán acceder a refinanciamiento, pero dependerá de la evaluación que realicen las entidades bancarias.
El ejecutivo dijo que, hasta octubre de 2022, la cartera reprogramada alcanzó a 5.070 millones de dólares, lo que representa 19% del total de la cartera. “La Banca siempre ha tenido las puertas abiertas para todos sus clientes. Las vías de solución implementadas de acuerdo a los lineamientos establecidos por el Gobierno son muy flexibles para los prestatarios, lo que permitirá adecuar las condiciones financieras a cada caso”, puntualizó.
El representante de Asoban afirmó que la reprogramación considera revisar plazos, tasas de interés, el monto de las cuotas a pagar e incluso puede incluir periodos de gracia de ser necesario, sin afectar la calificación de riesgo, permitiendo incluso que los clientes accedan a nuevos créditos.
“Aquellos prestatarios con mayor afectación en sus flujos pueden solicitar periodos de gracia sin pago de capital ni intereses, lo que permitirá recomponer su capacidad de generación de ingresos”, agregó. Villalobos indicó que la cartera de créditos registra crecimiento (7%) y que el índice de mora se mantiene en niveles razonables (2,2%), y que con las medidas de reprogramación se busca que no se deteriore la calidad de la cartera.
“Las medidas están orientadas a apoyar a los prestatarios, sin generar riesgos para el sector financiero, que es un pilar fundamental de la economía y aporta al crecimiento de los diferentes sectores del país. Precautelar la estabilidad financiera es una labor de todos”, indicó Villalobos.
Según cifras de Asoban, el monto total de los créditos diferidos hasta diciembre de 2020 llegó a 3.543 millones de dólares.
“Hasta octubre de esta gestión, se mantiene un 53% de esta cartera diferida, que alcanza, en capital e intereses, en 1.861 millones de dólares”, finalizó.