En las últimas horas, el presidente de Brasil Jair Bolsonaro expresó su preocupación por la reducción de los envíos de gas, en 30%, y priorizar otros mercados; mientras tanto Petrobras anunció hacer cumplir contratos, que conlleva penalidades por incumplimiento.
Al respecto, el experto en el l tema Mauricio Medinaceli opinó que no valía la pena priorizar coyunturalmente el alto precio del gas, y dejar a un socio de más de 20 años, además que las penalidades son muy altas, y recordó que el 2018 Bolivia pago una cifra millonaria.
Según un boletín, explicó que durante el gobierno transitorio se firmó un contrato con Petrobras, la denominada octava adenda, que perjudica a Bolivia, ya que se acordaron precios muy bajos por el gas boliviano y la modificación del lugar de entrega del hidrocarburo, que genera daño económico para YPFB y el país.
“Es un deber renegociar las condiciones de dicha adenda, porque quien la firmó fue un gobierno de transición al que no le importaban los intereses del Estado (…) Bolivia busca un mejor precio para su gas natural, mejores condiciones y un mejor mercado”, dijo Molina ante esa situación.
En una ocasión, Medinaceli explicó que se tuvo que firmar una adenda y llegar a ese acuerdo debido a que la producción de gas no era suficiente para cumplir con el contrato, o la otra alternativa era pagar multas, que son altas de acuerdo al convenio.
Pasaron 14 años, y la producción se estancó en menos de 45 millones de metros cúbicos día (MMmcd), y de no aumentar la oferta en los siguientes años, no habrá gas para el Mutún ni para otra planta de amoniaco y urea.
Venta
Bolivia no tiene problemas en vender gas a Petrobras, sino que lo que se busca es mejorar el precio del gas boliviano. Con los términos actuales de la octava adenda, firmada en marzo de 2020 por el gobierno transitorio, incluso con la subida del costo del gas, Brasil paga entre 6 y 7 dólares el millón de BTU (unidad térmica británica, por su sigla en inglés), según la autoridad.
“Nosotros hemos intentado de manera escrita y formal pedir la renegociación del contrato con Petrobras. Nuestro presidente de YPFB (Armin Dorgathen) ha estado en Brasil en busca de mejores condiciones en cuanto a precios del gas enviados a Brasil. La respuesta no ha sido la que se esperaba, y ante esa situación, nosotros nos hemos abocado al contrato, donde en una de sus cláusulas se manifiesta que, si una de sus partes no está conforme con el precio, esa parte puede buscar la renegociación”, detalló el Ministro.
El titular de esa cartera contextualizó que en la actualidad hay empresas privadas de Brasil interesadas en comprar este recurso nacional a precios que oscilan entre los 15 y 18 dólares el millón de BTU, incluso precios superiores. (Agencias y EL DIARIO)