Una investigación realizada por Edgar Ruiz Bonilla sobre los antecedentes de la Guerra del Pacífico, da cuenta que en 1825, Bolivia se independizó de España y nació a la vida independiente con una salida al océano Pacífico a través de un puerto denominado Cobija o La Mar. Cabe aclarar que este puerto era la morada de un pueblo aborigen muy antiguo.
En 1587 los españoles fundaron la caleta, dándole el nombre de Santa María Magdalena de Cobija, que fue cambiado por el Libertador Simón Bolívar, por el nombre de Puerto La Mar en recuerdo del prócer Mariscal José de La Mar, que fue un gran prócer del ejército libertador. Este puerto tuvo gran actividad.
En 1827, llegaron algunos comerciantes al nuevo puerto, dando principio a la introducción de mercaderías hacia el interior de Bolivia. En poco tiempo, el puerto La Mar y sus alrededores se poblaron y su comercio se incrementó notablemente, con el arribo de embarcaciones extranjeras que traían abundantes mercaderías. El Mariscal Andrés de Santa Cruz en su presidencia dictó convenientes disposiciones, como el de nombrarlo puerto franco y lo visitó personalmente, siendo pocos días Asiento del Gobierno. De 1840 a 1845 llegaron varios inmigrantes extranjeros, comerciantes e industriales. En 1850, ya era frecuente la llegada de veleros y vapores al puerto. En 1869 se suscitó una epidemia de fiebre amarilla y el prefecto del Departamento de Litoral comunicaba a su colega de La Paz, el azote de esta epidemia, que desoló dicho puerto. En 1870 el periódico “La Situación” publicaba su repoblamiento.
Cabe subrayar que en las cercanías del puerto de Cobija o La Mar se hallaba Mejillones, situado a 23 grados 7 minutos de latitud Sud y 70 grados, 32 minutos de longitud Oeste, era conocido desde la antigüedad hasta que, en 1840, llegaron exploradores procedentes de Cobija que iban tras las minas de cobre. En 1841 el industrial francés Don Domingo Latrille descubrió yacimientos de guano, quien obtuvo del Gobierno boliviano la concesión de explotación. En 1845, durante su presidencia, el Mariscal José Ballivián ordenó a su Ministro de Guerra y Marina, general de Brigada José María Silva, la construcción de un fuerte destinado a la defensa del puerto para el control de los filibusteros chilenos que robaban guano.
Asimismo, Bolivia en sus costas tenía salitreras y guano depositado por las aves marinas. El Acta de la Independencia de Bolivia inclusive lleva la firma del representante de Atacama, don Mariano Enríquez. Entre 1829 y 1839 fue presidente de Bolivia el Mariscal Andrés de Santa Cruz y Calahumana, quien crea el Departamento de Atacama, declara Cobija como puerto franco e instaura la Confederación Perú-Boliviana, que concitó el celo y la amenaza de las repúblicas de Argentina y Chile y de esta manera los mismos invaden Bolivia.
Las tropas argentinas fueron derrotadas en Iruya y Montenegro por el Mariscal Felipe Otto Braun en mayo de 1838. El 15 de septiembre de 1837 el almirante chileno Blanco Encalada se hizo a la vela con más de 3.000 soldados, esta considerable fuerza desembarcó en Islay y el 12 de octubre del mismo año ocupó la Villa de Arequipa, en donde se proclamó a La Fuente Jefe Supremo del Perú.
Por esta razón, Andrés de Santa Cruz derrotó al ejército chileno y se suscribió el Tratado de Paucarpata, firmado el 17 de noviembre de 1837, quedando Inglaterra como garante. Luego el Tratado fue desconocido por el Gobierno chileno de Joaquín Prieto, estableciendo una segunda expedición al mando del general Manuel Bulnes con el auxilio del infame personaje peruano Agustín Gamarra, quien finalmente murió en la Batalla de Ingavi el 18 de noviembre de 1841.
El 10 de julio de 1838 zarpó una segunda expedición que desembarcaría en Ancón y posteriormente con 4.800 hombres combate con las tropas de Orbegozo, que tenía 1.300 peruanos y lo derrota en “La Portada de Guía” y de esta manera Lima fue ocupada por primera vez, siendo elegido, el 24 de agosto de 1838, Agustín Gamarra como presidente provisional del Perú.
Por el sur avanzaba Andrés de Santa Cruz con sus tropas y por el norte venía la columna del coronel Panizo y de esta manera las tropas chilenas fueron desalojadas de Lima.
Luego el 29 de enero de 1839 los chilenos y algunos malos peruanos, continuaron en su invasión y derrotaron a las tropas peruano-bolivianas, en la Batalla de Yungay que puso fin a la Confederación Perú-Boliviana. De esta manera, el protector de la Confederación, Mariscal Andrés de Santa Cruz y Calahumana fue expatriado, con su posterior muerte en 1865 en Nantes-Francia.
Por otra parte, la Asamblea Nacional de Bolivia impuso el 14 de febrero de 1878 a la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta el impuesto de 10 centavos por cada quintal de salitre exportado. Este es uno de los últimos famosos pretextos que sirvió como base para la Guerra del Pacífico. Cabe recalcar que Bolivia no recibió ni un centavo por esta resolución.
GUERRA DEL
PACÍFICO (1879-1884)
Edgar Ruiz Bonilla dijo que la Guerra del Pacífico brevemente se la puede resumir de la siguiente manera:
Ocupación de Antofagasta: Con el simple pretexto contra el impuesto de 10 centavos se movilizó el ejército chileno. Sostuvo, que en el tiempo que transcurrió antes del pretendido cobro de los 10 centavos, Chile hizo construir dos acorazados de guerra, posteriormente denominados “Blanco Encalada” y “Cochrane”, en los astilleros ingleses, lo que demuestra claramente que Chile estuvo planeando la invasión del Litoral boliviano. Durante el gobierno de Hilarión Daza, según el corresponsal del periódico “El Comercio”, en la mañana del 14 de febrero de 1879, aparecieron en la bahía de Antofagasta tres barcos de guerra chilenos que empezaron a disparar su artillería que atemorizó a la población. De los barcos desembarcaron las tropas chilenas al mando del coronel Sotomayor, ocupando el Puerto de Antofagasta que cometió toda clase de atropellos, pillajes y abusos contra los bolivianos. Los bolivianos se asilaron en el Consulado del Perú y el Prefecto del Litoral boliviano, coronel Severino Zapata, entregó una proclama de protesta, que para nada valió. Por otro lado, los chilenos también ocuparon Mejillones y Caracoles.
Respecto a la actuación de Hilarión Daza, existen dos corrientes, una dice que el presidente boliviano, conociendo los acontecimientos, prefirió festejar el carnaval que dedicarse a la defensa del territorio patrio y otra dice que no.
DEFENSA DE CALAMA
Después de la ocupación de Antofagasta y Caracoles, los bolivianos se retiraron hasta Calama, donde organizaron la resistencia con 135 hombres armados con 35 rifles Winchester, 8 Remington, 30 fusiles de chimenea, 12 escopetas de caza, 14 revólveres, cinco fusiles de chispa y 32 lanzas. Pero al frente tenían 1.500 efectivos chilenos armados de rifles, 11 piezas de artillería de montaña, tres ametralladoras y multitud de bombas incendiarias. Además, los chilenos contaban con un cuerpo de caballería.
El 23 de marzo los chilenos invadieron la población de Calama que estaba surcada por el río Loa, donde hubo resistencia boliviana al mando de don Ladislao Cabrera, con la inmolación del insigne héroe boliviano don Eduardo Abaroa Hidalgo (de profesión contador) en el Puente del Topater, quien, al intimidarle su rendición, contestó con sus célebres palabras “¡que se rinda su abuela, carajo..!”. Los sobrevivientes de Calama se retiraron a Chiu Chiu.
Posteriormente, la invasión chilena en una forma general, se extendió. Cabe subrayar que existía un Tratado Secreto de Alianza, suscrito en Lima el 6 de febrero de 1873, existente entre Bolivia y Perú.