La diferencia sustancial entre la marcha indígena y la del Movimiento Al Socialismo (MAS) es que una fue en “defensa de la vida y de la naturaleza” y la otra para demostrar la fuerza política del Gobierno, según la diputada de Creemos, María René Álvarez.
“Con seguridad puedo decirles a ellos, -a los indígenas-, que no se han ido con las manos vacías, porque esta lucha, este sacrificio que ellos han realizado de marchar hasta la ciudad de Santa Cruz, tiene un valor histórico”, argumentó Álvarez.
Entretanto, para el diputado Rolando Cuéllar, la “marcha indígena tuvo un tinte político y que fue utilizada y financiada por la derecha” y la del MAS fue en defensa de la democracia y del respeto al voto del 55 % que eligió al Gobierno actual.
“Evidentemente, (la marcha indígena) se fue con las manos vacías y se fue como una marcha indígena utilizada por la derecha”, añadió Cuéllar.
Los indígenas de tierras bajas iniciaron una marcha desde Trinidad, Beni, el 24 de agosto y llegaron el 30 de septiembre a la ciudad de Santa Cruz tras haber recorrido unos 555 kilómetros. Posteriormente se quedaron en la ciudad cruceña durante 100 días y en ese tiempo el Gobierno de Luis Arce no atendió el pliego petitorio del Parlamento Indígena.
La demanda de los marchistas tenía 15 puntos: sobre tierra y territorio (el más importante) en el que pedían “abrogar y derogar todas las normativas y/o resoluciones que permite todo tipo de avasallamiento”; el “Fondo Indígena” que exigían “la restitución del 5 % del Impuesto Directo a los Hidrocarburos en beneficio de las naciones y pueblos indígenas del Oriente, Chaco y Amazonía”.
Sobre los escaños especiales exigían la “asignación de 34 escaños especiales para las naciones y pueblos indígenas del Oriente, Chaco y Amazonía”. Los otros pedidos eran referidos a la abrogación, derogación de leyes y normas que afectan a los pueblos y naciones indígenas; autonomía indígena; educación, salud y otros.
La marcha del MAS inició el 23 de noviembre desde el municipio de Caracollo, Oruro, la movilización duró siete días, concluyó el 29 con una concentración en la plaza San Francisco de la ciudad de La Paz.
En criterio del diputado Cuéllar, la marcha indígena fue utilizada por los líderes del Comité pro Santa Cruz y por la Gobernación. Cree que fue parte de una estrategia para gestar un segundo “golpe de Estado”, dijo que para ello “la derecha” utilizó inicialmente la quema de la Chiquitanía y posteriormente los avasallamientos.
“De ahí pensaron traer a los indígenas, pensaron que íbamos a reaccionar con la fuerza pública, pensaron que iba a haber una segunda (intervención como en) Chaparina, pero nosotros les mandamos ambulancias, medicamentos, médicos para atender a estos hermanos indígenas”, indicó Cuéllar.
Añadió que no es cierto que el Gobierno no atendió las demandas de los indígenas porque incluso llegaron viceministros, pero lo que ellos exigían era la presencia del presidente y vicepresidente del Estado lo cual no se dio. Subrayó que hasta él fue uno de los mediadores para hacer que se reúnan con autoridades del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y de la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT), ya que una de sus demandas era sobre tierras.
Entre tanto, la diputada María René Álvarez expresó que los indígenas sufrieron discriminación porque el Gobierno pone oídos sordos y hace caso omiso a las personas que no son de su partido político y que no representan a los sindicatos del MAS.
Calificó a la administración de Arce como un gobierno depredador, incendiario de los bosques y que no realiza absolutamente nada por tener las políticas claras sobre el tema de la afectación al medio ambiente.
Reiteró que la marcha del MAS solamente fue para mostrar una fuerza política innecesaria. (ANF)