La suspensión temporal de la exportación de alimentos estratégicos en resguardo de la seguridad alimentaria con soberanía, como una medida preventiva para garantizar el abastecimiento al mercado interno, es un atentado contra el sistema productivo y toda su cadena de valor. Además, el mensaje carece de veracidad, dado que los productos exportables son excedentarios, señala el comunicado de la CAO.

“Las exportaciones del sector agropecuario en este 2022 llegan a 3.111 millones de dólares, cifra al mes de agosto, superando ampliamente las exportaciones del mismo sector del año 2021”, sostiene.

Asegura que esas cifras son el resultado del esfuerzo del campo y de toda la cadena exportadora, transportistas, empresas, acopio, miles de familias de todo el país, que se ven afectadas, por una determinación política de presión a una región, dado que no afecta a las exportaciones de otros productos, de otras regiones.

La diferenciación regional en la suspensión de exportaciones pone en evidencia la falacia que estas acciones son para garantizar la seguridad alimentaria de los bolivianos. Esta errónea e incoherente medida, no es solo en detrimento de la región, afecta directamente a la imagen país, a los compromisos y contratos internacionales, a la apertura de nuevos mercados, dijo el titular de la CAO, Mario Justiniano.

¿Qué país extranjero hará negocios con Bolivia si al mínimo conflicto interno, la solución es quitar el único progreso que ha tenido nuestra economía en los últimos años?, pregunta el sector agropecuario.

En todos los productos prohibidos tenemos producciones excedentarias, esto significa producimos más de lo que el mercado interno consume. En soya el 80 % de la producción se industrializa y se exporta, el 20 % restante es para el mercado interno y el mayor porcentaje es para alimentar animales. Lo mismo ocurre con el azúcar en porcentajes menores, pero igualmente importantes, con la carne de res.

El pronunciamiento del ministro, además de atentar contra el sistema productivo en su conjunto y la cadena de valor, va en contraposición con los discursos del presidente del Estado Plurinacional, de progreso, desarrollo de empleos, reactivación económica, apertura de nuevos mercados y exportaciones, apunta Justiniano.

«El presidente Arce afirmó que el gobierno nacional impulsa la generación de industrias, la sustitución de importaciones, la industrialización de los recursos naturales y el fortalecimiento de la producción nacional, el pasado 6 de agosto. Discurso que no coincide con la medida adoptada», sostuvo.

El sector solicita al Presidente Luis Arce anular la medida, y se declara en estado de alerta y emergencia ante un atentado a la economía regional y nacional.