“Como Ministerio Público una vez se conoció el hecho se colectaron todos los elementos necesarios como la declaración de testigos, el informe psicológico y social del menor testigo, la necropsia del cuerpo del fallecido, entre otros que fueron valorados por la autoridad jurisdiccional que determinó la sentencia”, dijo Mariaca.
El fiscal asignado al caso, Juan Carlos Crispín, informó que el hecho se conoció el 23 de mayo de 2018, cuando el hermano del fallecido confesó en su unidad educativa que su tío golpeó con un palo a su hermano de 10 años, luego lo tiró a un atajado de agua para simular que el menor se ahogó y amenazó al niño que fue testigo con hacerle lo mismo si denunciaba.
Los familiares de la víctima desconocían que había sido golpeado por el sujeto y pensaron que el niño murió ahogado, por lo que solicitaron la necropsia del cuerpo que ya había sido enterrado.
Los resultados emitidos por el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), certificaron que el menor falleció por traumatismo cráneo encefálico y contusión cerebral productor de los golpes causados por su tío.
El 30 de mayo de 2018, se inició con la investigación por denuncia de la madre biológica de la víctima y se procedió a la aprehensión del sujeto que fue puesto a disposición del Ministerio Público para su respectiva investigación.