Las investigaciones continúan avanzando tras la muerte de los 27 mineros que perdieron la vida el pasado 6 de mayo durante un incendio que se registró en la mina Yanaquihua en Condesuyos, Arequipa.
Luego de tres días y tras llevar los cuerpos a la morgue central de la ciudad, se pudo corroborar que los cadáveres presentaban monóxido de carbono, quiere decir, que esta sustancia provocó la asfixia de los trabajadores del socavón Esperanza I.
El Instituto de Medicina Legal de Arequipa logró identificar a todos los fallecidos dentro de la mina. En la necropsia participaron cinco médicos legistas y ocho fiscales penales de la ‘Ciudad Blanca’ para agilizar los exámenes y entregar los cuerpos a los familiares.
Otro punto importante que reveló las autoridades que están llevando la investigación de este caso, es que se hallaron restos de los puntales de madera calcinados y carbonizados después de arder, presuntamente, por el fuego en el cableado eléctrico que está conectado a la caja de control, la cual habría fallado.
“Los hechos o eventos criminales ocurren por acción u omisión; es decir, si hubo la intención o si fue una negligencia, como fuera que haya sido el caso, se van a establecer las responsabilidades. Los informes periódicos toman su tiempo para ser formulados, pero la pérdida de tantas vidas humanas no van a quedar impunes y para eso está trabajando la policía con su personal especializado”, sostuvo el coronel PNP Fernando Portugal Huanqui Jefe de la Divincri.
Ante esta tragedia, el fiscal Giovanni Mattos, manifestó que se están efectuando las coordinaciones con los agentes de investigación para programar las declaraciones de trabajadores de la contratista Sermigold, de los representantes de dicha empresa, así como funcionarios de la minera Yanaquihua que tiene la concesión de la mina.
Por su parte, los familiares de los fallecidos solicitaron a las autoridades de que este caso no quede impune y que se llegue a conocer quiénes fueron los responsables de esta tragedia.
James Casquino, alcalde de Yanaquihua, solicitó una mayor inspección a la mina, ya que el año pasado una persona perdió la vida en extrañas que hasta el momento no se aclararon.
Además de ello, manifestó que esta situación no puede continuar.
PRONUNCIAMIENTO
Carlos Bernal Pozo, gerente general de la Asociación de Contratistas Mineros del Perú (ACOMIPE), consideró poco probable que la causa del incendio que se registró en el socavón Esperanza I haya sido un cortocircuito.
“La estadística histórica revela que los incendios no sobrepasan el 1% de los accidentes fatales”, agregó.
“Podría ser negligencia, podríamos pensar que son otros factores extraños también. Hay mucha presión alrededor de concesiones debidamente establecidas, formales, de muchos mineros informales que hacen presión para trabajar en los alrededores o, incluso, ya están invadiendo concesiones”, sostuvo. (Infobae)